Edición Médica

Asistentes a capacitación del Observatorio de la Salud de la UCE.

Jonathan Veletanga. Quito
Ante la problemática de medicamentos falsificados, adulterados y caducados, el Observatorio de la Salud de la Universidad Central del Ecuador (UCE) ha capacitado a autoridades y personal de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA), a través de un curso-taller práctico. El objetivo fue proporcionar insumos y herramientas para identificar este tipo de productos.

Raúl Terán, director del Observatorio de la Salud de la UCE.

Los medicamentos falsificados, adulterados y caducados son un problema mundial porque es un comercio ilegal de grandes proporciones, en el que está de por medio la salud de la población. Estos productos se convierten en un peligro para las personas, ya que deterioran la salud, no permiten curarse y en casos extremos causan hasta la muerte, ha explicado a REDACCIÓN MÉDICA Raúl Terán, director del Observatorio de la Salud de la UCE.
 
“En Ecuador se han dado varios procesos en los que se han involucrado este tipo de fármacos, de manera que esto ya se ha convertido en una verdadera industria. Por ejemplo, al país han llegado toneladas de medicamentos falsificados, provenientes de otros países, los cuales se distribuyeron en el sur del país. Llega a tal punto la sofisticación de este proceso ilegal, que visitadores iban a las farmacias a ofrecer los productos falsificados. Entonces esto es un problema inmenso”, ha enfatizado Terán.
 
Además, ha señalado que los medicamentos falsificados, adulterados y caducados se comercializan principalmente en los sectores no autorizados, por ejemplo, “es fácil encontrar en la Bahía de Guayaquil, en la zona comercial conocida como Ipiales de Quito y en las boticas que son individuales. Generalmente estas son las áreas donde se vende”. Sin embargo, también se ha visto que se los comercializa a través de la Internet, “algo que es incontrolable”, ha acotado.
 
“Se calcula que por encima del 70 por ciento de los medicamentos proporcionados por Internet son de un mercado ilegal”, ha enfatizado el director del Observatorio.
 
Por este motivo, para combatir esta problemática y que la sociedad tome conciencia de adquirir medicamentos en lugares que proporcionen garantía, es necesaria la participación de los usuarios, los profesionales de la salud, la academia, las autoridades sanitarias y los organismos ciudadanos y del Estado; así como educación continua para todos los actores.
 
En este sentido, Terán ha manifestado que es prioritario brindar educación continua a pacientes, profesionales de la salud, y al resto de los actores, para que puedan reconocer un producto legal. “Todo el equipo de salud tiene que estar entrenado e involucrado en este problema, al igual que el paciente, para que frente algún efecto no deseado sepa cómo reportarlo”, ha añadido.
 
Asimismo, ha indicado que es importante que los profesionales sanitarios adviertan a los usuarios sobre este problema, que hagan un seguimiento de los medicamentos de sus pacientes para ver qué tipo de producto está recibiendo, y que el Estado garantice un proceso continuo y formal de Farmacovigilancia.
 
El dato
 
El Observatorio de Salud ha brindado educación continua sobre aspectos médicos, regulatorios, legales y técnicos de este tipo de medicamentos, a la Policía Judicial, a jueces y a funcionarios del ARCSA.
 
Además, al momento de comprar un medicamento es necesario ver que no tenga ninguna alteración, ningún cello adicional. Además de corroborar que conste el registro sanitario, la fecha de caducidad (clara), el laboratorio que lo fabricó y el número de lote.
  
De acuerdo a lo informado, las denuncias de medicamentos falsificados, adulterados y caducados tienen que llegar a la dirección de control sanitario del Ministerio de Salud Pública (MSP), quienes dirigirán la investigación al ARCSA.

---