ACTIVIDADES ACADÉMICAS
El 56% de los estudiantes de Medicina, Obstetricia y Enfermería no asimilaron conocimientos durante la virtualidad por pandemia
48.57% de la comunidad educativa estimó que la virtualidad fue una estrategia medianamente efectiva
Patricia Benavides, responsable de la unidad de docencia del HGDC; Fernando Durán, docente de la UCE; y, Luis Olmedo, analista de investigación del HGDC.
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Cristina Coello. Quito
Una investigación realizada por el
Hospital General Docente Calderón (HGDC) ha concluido que durante la pandemia de la COVID-19 la formación mediante entornos virtuales en las carreras de
Medicina,
Obstetricia y
Enfermería ahora evidencian menoscabo en la formación y que la estrategia fue medianamente efectiva.
La Unidad de Docencia e Investigación del HDGC ha realizado una
investigación descriptiva transversal, de tipo cuantitativa mediante una encuesta electrónica a
docentes y
estudiantes de pregrado y grado de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador (UCE) entre marzo 2020 a junio 2021.
El objetivo fue medir el grado de impacto de las
aulas virtuales en la formación de talento humano en salud en el Hospital General Docente de Calderón; así como identificar el porcentaje de docentes y estudiantes que consideran que ese proceso es adecuado o no.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, los tres investigadores
Patricia Benavides (responsable de la unidad de docencia del HGDC),
Fernando Durán (docente de la UCE), y,
Luis Olmedo (analista de investigación del HGDC) han reconocido que la virtualidad en la formación sanitaria fue particularmente difícil al ser “fundamental” en las tres carreras la práctica clínico-quirúrgica y la relación directa con el paciente.
Dejar entre 6 a 10 horas presenciales y pasar a la nueva modalidad de estudio a través de aulas virtuales “de un momento a otro, fue un impacto bastante fuerte, tanto para los estudiantes como para los docentes”, ha mencionado Benavidez, quien además ha admitido que la pandemia les obligó a trabajar de manera muy rápida en nuevas herramientas de enseñanza.
Estudiantes no asimilaron conocimientos
Para la evaluación se aplicó una encuesta a una población total de 365 participantes entre
docentes y
estudiantes, pero se seleccionó una muestra efectiva de 175 participantes. El 10.29 por ciento de los participantes fueron docentes(18); el 39.43 por ciento estudiantes de internado rotativo (69) y el 50.29 por ciento estudiantes de pregrado (88).
En los resultados se ha podido evidenciar que el 64 por ciento de los participantes poseían un nivel medio de conocimientos en el
manejo de las aulas virtuales. Solo el 18.29 por ciento alcanzaban un conocimiento alto; el 16.57 por ciento tenían un bajo conocimiento y el 1.14 por ciento no tenían ningún conocimiento.
Con esa variable, Olmedo ha explicado que se pudo evidenciar el alto grado de repercusión en la formación de los futuros profesionales de la salud por la falta de experiencia en el manejo de
plataformas virtuales tanto de docentes como de estudiantes, y su
limitada interacción con el tutor en situaciones clínico-prácticas.
Estrategia medianamente efectiva
Por otro lado, Benavidez ha detallado que las herramientas más utilizadas por la comunidad educativa de la UCE para el cumplimiento de las
horas sincrónicas programadas fueron las
video llamadas (33.20 por ciento),
mensajería instantánea (28.74 por ciento) y
redes sociales (16.60 por ciento).
Para las reuniones virtuales entre docentes y estudiantes para las actividades de
enseñanza aprendizaje, lo más utilizado fue
Microsoft Teams con el 50.94 por ciento y
Zoom con el 45.91 por ciento.
Pero, ante la llegada de la pandemia y la necesidad de avanzar en las clases, la investigación ha evidenciado que el 48.57 por ciento de los encuestado ha considerado a la virtualidad como una
estrategia medianamente efectiva y un 29.14 por ciento lo estimó
poco efectivo, lo que “refleja que hay un reto para la UCE en relación a las estrategias para la enseñanza a través de las aulas virtuales”, ha estimado Benavidez.
Y el dato preocupante está en que el 56 por ciento de los estudiantes ha considerado que la experiencia virtual no les ha permitido un mejor desarrollo personal, han participado con miedo en las clases y han presentado una
inadecuada asimilación de conocimientos.
En ese sentido, Durán ha reconocido que ya en la práctica hospitalaria actualmente “sí se evidencia la falta de conocimientos” en algunos estudiantes debido a la
carencia de práctica presencial y la interacción con el paciente tras la reanudación de la presencialidad.
En los estudiantes de
internado rotativo, por ejemplo, “hay temor del contacto con el paciente de realizar un procedimiento” que, antes de pandemia, se realizaba cotidianamente en el último año de la carrera. Por tanto, existen falencias en la ejecución de procedimientos, habilidad y destrezas manuales frente al paciente.
El docente ha mencionado que la falta de conocimientos tanto teóricos como prácticos tras la virtualidad también ha reflejado la vocación de la UCE de sus procesos de formación junto al paciente, pero ha adelantado que ya se están aplicando las correcciones necesarias y se está fortaleciendo nuevamente la práctica.
Otras conclusiones
Tanto Benavidez como Durán, también han resaltado que la virtualidad les dejó “
cosas positivas” como por ejemplo, el mayor acceso de los estudiantes a información y por otro lado el que los paciente también aprendieron a buscar la atención médica virtual.
Pero también la utilidad de la
educación híbrida (virtual y presencial). “Con este trabajo queremos motivar a trabajar con los 2 sistemas, obviamente priorizando el presencia pero considerando que las dos modalidades actualmente se aplican” y han sido de gran beneficio para los estudiantes, docentes y pacientes.