El amor de dos médicos hace más llevadera la difícil preparación al examen MIR
Grupo CTO realizó un simulacro en Madrid
La pareja rendirá el examen en la Unversidad Complutense.
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Redacción Quito
El camino hacia el
examen MIR (Médico Interno Rotativo) es largo y tortuoso. Lleno de altibajos emocionales en los que el aspirante debe aprender a controlarse consigo mismo. Pero para Ariel y Milena esta aventura ha sido algo más llevadera gracias, en parte, a que además de ser candidatos al examen MIR, son pareja.
Ariel y Milena.
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Estos jóvenes realizaron el
simulacro organizado por Grupo CTO en las mismas aulas en las que la próxima semana rendirán su examen MIR 2018. En sus casos, el aula elegida se encuentra en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Juntos acudieron a la previa del que será el examen más importante de sus vidas y que se han preparado con CTO.
Los dos
aspirantes llegaron de Ecuador para conseguir el posgrado, pero solo Ariel concurrirá al examen como extracomunitario. “Mi papa es español”, explica Milena Sarasola que se someterá a una mayor competencia. Por su parte, Ariel sí espera ocupar una de las 261 plazas para extranjeros establecido por el ministerio de Sanidad.
Se aproxima la fecha
A falta de una semana para la gran cita de la Formación Sanitaria Especializada, ambos se muestran “
nerviosos y estresados” pero esperando “como locos” a que llegue el día y la hora para comenzar el examen.
“Simplemente quiero
dar lo mejor que pueda e intentar disfrutar, porque durante el camino he descubierto hasta cierto gusto haciendo los simulacros. Al inicio eran súper pesados, pero se les termina encontrando el gusto. Eso me ha ayudado bastante para mantener un buen nivel de energía”, explica con ánimo Ariel Quesada.
Precisamente, explica, la posibilidad de realizar un simulacro en la misma aula en la que se celebrará la prueba “ayudará a conocer mis sensaciones y el
nivel de nervios que puedo alcanzar”.
Su objetivo es conseguir
nota suficiente para conseguir una especialidad de cirugía. Sabe que la competencia es máxima y las plazas limitadas por eso “voy a contrarreloj repasando los temas más difíciles como endocrinología”.
Por su parte, Milena sueña en hacer un examen perfecto que le habilite para escoger
Cirugía Pediátrica. Su caballo de batalla durante esta preparación ha sido sentarse y estudiar durante ocho horas frente a un escritorio.
Afortunadamente, señala, se han tenido el uno al otro para
apoyarse mutuamente, aunque “a veces surgen pequeñas discusiones por vernos las 24 horas del día”, comenta entre risas, afirmando que tanto Ariel como ella “van bastante bien preparados para el examen”.