Edición Médica

José Antonio Horcajadas, fundador de SINAE.

Jonathan Veletanga. Quito
El nivel científico-médico de los tratamientos de reproducción asistida que hay en Ecuador es alto, así como los conocimientos y la preparación de los profesionales ecuatorianos que se desempeñan en este ámbito. Es verdad que existe un “cierto retraso” en cuanto a estudios y tecnología, sin embargo, de a poco se están adquiriendo dentro de las clínicas y laboratorios de Genética, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA José Antonio Horcajadas, especialista en Genética y fundador de SINAE, empresa de asesoría científica.
 
“Ecuador está listo para ir implementando pruebas diagnósticas de infertilidad y de análisis pre-concepcional, que actualmente hay en España, Europa y Estados Unidos. Esto con el objetivo de que no haya ningún retraso en cuanto a Medicina Reproductiva”, ha manifestado.
 
“Hoy en día lo que aparece en cualquier parte del mundo puede estar en Ecuador”, ha enfatizado el especialista.
 
El este sentido, ha señalado que, para mejorar los porcentajes de embarazos y el éxito de los tratamientos de reproducción asistida, se deberían ir implementando pruebas para saber el riesgo reproductivo de una pareja al momento de tener niños enfermos; análisis de receptividad endometrial; test para conocer fallas en la genética relacionadas con la disfunción reproductiva, entre otros estudios genéticos.
 
“Por ejemplo, el conocer el riesgo reproductivo de una pareja permite saber con anterioridad el riesgo que tienen los futuros niños a padecer más de 300 enfermedades y condiciones genéticas distintas, lo que ayudaría a recudir el impacto grave que tienen las enfermedades monogénicas a nivel sanitario, económico, familiar y psicológico”, ha aseverado Horcajadas.
 
En este contexto, ha sostenido que los médicos deben estar actualizados para conocer bien lo que se está haciendo a nivel internacional y así aplicarlo de la mejor manera para aquellas parejas que necesitan ayudan para tener un bebé.
 
El dato
 
A decir del especialista, entre el 15 y 18 por ciento de las parejas necesitan ayuda para concebir para tener un hijo. 

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