AUMENTA PROCEDIMIENTOS
El país tiene capacidad de realizar cirugía reconstructiva de alta complejidad
En el país se hace cada vez más este tipo de procedimientos
Viernes, 16 de diciembre de 2016, a las 12:37
Diego Guerra, Cirujano Plástico, y Cristhian Sánchez, Anestesiólogo.
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Cristina Coello. Quito
La
cirugía plástica tiene la posibilidad de ayudar en secuelas de cáncer, accidentes, malformaciones, etc., con la
reconstrucción, y va más allá de lo estético. “Estos procedimientos reconstructivos se están haciendo cada vez más en el país y se está ayudando a mucha gente”, ha indicado a REDACCIÓN MÉDICA
Diego Guerra.
La cirugía plástica “sirve para cualquier parte del organismo. Se hace reconstrucción de frente, abdomen, pies, genitales, otros órganos con secuelas de infecciones y otras patologías como cáncer, osteomielitis, fracturas de pierna, malformaciones congénitas, úlceras vasculares y otros que se pueden reconstruir”, ha insistido el especialista del
Hospital Vozandes.
“La cirugía reconstructiva de alta complejidad puede ayudar con defectos grandes que se han creado y tratamos de
devolver lo más posible la normalidad al paciente. Eso darle calidad de vida y ahorra al sistema sanitario y al propio paciente altos costos”, de mantener secuelas que se pueden mejorar, ha comentado Guerra.
El equipo necesario
No obstante, para alcanzar éxito en estos procedimientos se requiere un
equipo de trabajo comprometido, ya que la Cirugía Plástica es una especialidad que asocia a todas las otras.
“Hay que
pedir ayuda a todos. Cumplir las normas. Cada especialista conoce su ámbito de trabajo y no se pasa de listo y hace más de lo que debe. Eso no siempre es así por el celo de dejar que tu paciente sea manejado por otro colega o de pedir ayuda. Pero con eso no ayudamos”, ha insistido el cirujano.
En algunas ocasiones “la barrera la pone el mismo médico. En algunos centros sanitarios
falta un poquito de coordinación y reconocer que hay algo que se nos escapa. Antes se hacían frecuentemente las juntas médicas donde todo un grupo multidisciplinario se reunía y debatía de un caso y un paciente en específico. Hoy se están aislando los servicios”, ha comentado el anestesiólogo Cristhian Sánchez.
Ejemplos locales
En los países desarrollados cuando se realiza, por ejemplo, una cirugía de extirpación de la mitad de la mandíbula por un cáncer, se realiza inmediatamente una reconstrucción.
“Eso le da calidad de vida al paciente. Sin mandíbula, ¿cómo iba a comer? Estaba condenado a tener una gastrostomía alimentaria y una traqueotomía para respirar. Pero
con cirugía reconstructiva de alta complejidad se puede ayudar”, ha señalado Guerra.
Ese fue el caso de un paciente en Quito al que le extirparon el hueso afectado y le reemplazaron con hueso de la pierna (del peroné) y se unió “a una arteria, dos venas, piel, músculo, una afasia. Nunca será igual, pero el hueso volvió vivir” y el paciente ha vuelto a tener una vida relativamente normal, puede comer y respirar normalmente.
“En la parte de microquirúrgica Armando Serrano se encargó de la anastomosis de las arterias y venas para que se junten los tejidos y tengan sangre y puedan volver a vivir. Oscar Jaramillo se encargó del tumor” y colaborar en la recuperación.
El ahorro que representa
Aunque es una carencia de todo el sistema de especialistas de cirugía reconstructiva de alta complejidad, también
hace falta un centro de referencia para este tipo de casos, ha añadido Guerra.
“Todos los pacientes tienen derecho a una salud digna. Pero por ejemplo, un paciente con gastrostomía y traqueotomía que no vuelve a trabajar, comer y ser un ente productivo ¿cuánto le cuesta al estado? Ese mismo con reconstrucción puede volver a trabajar y no vuelve a gastar ni un centavo del Estado”, ha señalado Guerra.