El autismo será tamizado en el Ecuador
El diagnóstico del autismo le corresponde a un equipo de profesionales
Catalina López, directora del área de salud de la UASB.
|
Cristina Coello. Quito
Catalina López, directora del área de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) e investigadora del autismo, ha admitido que aún faltan datos científicos sobre este espectro de condiciones multidiversas, pero que es un
problema en aumento.
“El autismo es una
discapacidad comunicativa relacional, pero bidireccional, porque no les entendemos, ni ellos a nosotros. Estamos frente a un tipo de discapacidad social recíproca”, ha explicado López a REDACCIÓN MÉDICA.
Y debido a ello, “la primera cosa que deben saber los médicos es que es necesario
escuchar a las madres, a los padres, porque son ellos los primeros en identificar” problemas, ha añadido la especialista.
En una investigación de la UASB, se determinó que el
94 por ciento de padres dijeron haber detectado que algo pasaba en sus niños y no fue diagnosticado por el médico. La respuesta generalizada fue que el profesional sanitario “sabía más que la madre. Pero si no salimos de este posicionamiento de poder”, no se diagnosticará adecuadamente esta condición, ha opinado López.
“
No es el médico el que diagnostica, somos un equipo los que lo hacemos”, ha señalado y ha recordado que en ese estudio se determinó que el 26 por ciento de los niños con autismo recibió entre 1 a 5 diferentes diagnósticos previos y el 13,75 por ciento fue diagnosticado erróneamente.
A decir de la especialista, el profesional con mayor identificación frente al autismo, así como mejores resultados en el acompañamiento ha mostrado es
el terapista del lenguaje. “Si el problema mayor es en la comunicación, relación y lenguaje, entonces este terapeuta es el más calificado para encabezar el equipo. El problema nuestro (sistema de salud) es el poder. Todavía pensamos que el ser doctores nos da un grado más”, ha insistido.
Reporte local
En lo que se refiere a prevalencia, López ha adelantado que la UASB está trabajando junto al Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis), los ministerios de Educación y Salud, el Plan toda una vida y la Asociación de padres de personas con autismo (APADA), en la
elaboración y validación de instrumentos de tamizaje y especializados para llegar al diagnóstico del autismo.
La investigadora ha estimado que para fines de 2018 estarán los primeros resultados de la prevalencia a nivel nacional. “Hasta mayo está previsto la
capacitación de los profesionales idóneos para el diagnóstico, acompañamiento y seguimiento”, ha adelantado.
“Será uno de los primeros países del mundo en contar con esa información y con un
instrumento propio que ha sido construido con profesionales y población”, ha resaltado.
De allí que, López ha insistido en que los profesionales sanitarios deben concienciar sobre el autismo y “perder el miedo a
trabajar en equipos interdisciplinarios, porque estamos frente a situaciones complejas que tenemos que comprender juntos”.
Una alerta
“Increíblemente se está medicando y con psicóticos, cuando el autismo es una condición de vida que
no requiere medicación. Solo se requiere acompañamiento desde muy temprana edad”, ha alertado la investigadora.
También ha señalado que existe “un
mercadeo de fundaciones que realizan diagnósticos apresurados, a elevados costos, y sin contar con las herramientas o los profesionales adecuados”.
El dato
La Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó en un estudio del 2012 que la media de
prevalencia de autismo en el mundo era de 62 casos por cada 10.000 habitantes, es decir aproximadamente un 1 por ciento de la población tiene esta condición.