Edición Médica

Jenny Martínez, gerente del Hospital Pediátrico Baca Ortiz.

Jonathan Veletanga. Quito
Ecuador va superando poco a poco esa brecha de género en el mercado laboral de la salud, por ello cada vez es más común ver a más mujeres desempeñar cargos jerárquicos superiores, como es el caso de Jenny Martínez, quien asumió la gerencia del Hospital Pediátrico Baca Ortiz, el pasado 2 de febrero.
 
Por el Día Internacional de la Mujer, EDICIÓN MÉDICA ha conversado con la funcionaria para conocer cuál ha sido el camino profesional que ha recorrido en este hospital, uno de los más grandes e importantes de la ciudad de Quito.
 
“Desde que inicié mi preparación profesional no he sentido en ningún momento algún grado de vulnerabilidad, afortunadamente. He sentido mucha equidad… y el hospital pediátrico realmente me ha abierto las puertas para ir creciendo, como médico residente, como médico posgradista, como médico especialista y ahora que estoy en la gerencia”, ha manifestado.
 
Martínez es funcionaria de carrera en el Hospital Pediátrico Baca Ortiz. Entró a la institución en 2016 como médico intensivista y, luego por más de 6 años, se desempeñó como líder del área de Cuidados Intensivos.
 
Si bien en su camino profesional se han dado algunas trabas, estas no la han afectado. Es más, “me han hecho fortalecer mis conocimientos para dar a notar a los compañeros que las mujeres también tenemos la misma capacidad intelectual y física para llegar a ocupar este tipo de cargos”.
 
La gerente es especialista en Pediatría, cuenta con una subespecialidad en Cuidados Intensivos Pediátricos, además de maestrías en Gerencia de Instituciones de Salud y en Epidemiología e Investigación Científica. Adicional, está cursando una maestría en Salud Pública.
 
En este contexto, ha resaltado que hay que formarse constantemente de acuerdo a las necesidades que se va viendo en el camino, con el objetivo de ocupar cualquier cargo con responsabilidad. “Hay que tener más fortalezas y casi ninguna debilidad para cumplir adecuadamente”, ha destacado.
 
La responsabilidad para ir creciendo personalmente y profesionalmente ha sido promovida desde su hogar, desde que fue pequeña, por ello está en su mente brindar ayuda y apoyo a todas las profesionales que están empezando su camino. Más ahora que ha llegado a un cargo jerárquico superior.
 
Otro impulso fundamental para su crecimiento es su hermano, quien tiene Síndrome de Down. “Fue mi motor para decidir ser médico, para ser pediatra y ser intensivista”, gracias a él, Martínez ha desarrollado una visión particular para fortalecer la cadena de valores, buscar siempre una forma para que no se vulnere ningún derecho a sus pacientes y brindar todo lo que necesitan, desde la parte de medicamentos hasta la parte emocional y psicológica.
 
Para el Hospital Baca Ortiz no es nuevo que una mujer esté al frente de su gestión. De hecho, han sido varias las médicas que han pasado por la gerencia y esto es algo muy positivo, ya que “el toque femenino” siempre será un aspecto muy importante para un hospital pediátrico, ha enfatizado.
 
Martínez ha asegurado que en este primer mes en el cargo ha sentido el apoyo de todos los profesionales administrativos y operativos, lo cual ha sido muy importante para desarrollar las primeras mejoras a nivel de infraestructura y planificar propuestas para brindar mayor docencia y una mejor atención a los pacientes y sus familias.
 
“En estos primeros días se ha valorado el trabajo no solamente mío, sino el trabajo de todo el equipo operativo y administrativo”, ha dicho.
 
Ser gerente en el hospital pediátrico de referencia nacional es sin duda un reto profesional grande, sin embargo, Martínez se ha preparado para este momento y para buscar siempre buenos resultados en favor de los pacientes y los profesionales que laboran en esta institución médica.
 
Por este motivo, prioriza una gerencia de campo, es decir, no solo liderar desde el escritorio sino visitar cada uno de los servicios para ver las necesidades que tienen y conversar directamente con los usuarios para garantizar su seguridad en ambientes adecuados.
 
Para este Día de la Mujer, su mensaje fue: “sentirse orgullosas de lo que hacemos y de lo que muchas veces dejamos por salvar las vidas de los demás… Nada es imposible, hay que ser soñadoras, responsables, transparentes, comprometidas con la ciudadanía y empáticas… Se ha demostrado que las mujeres también podemos llegar a cargos superiores y ejercerlos con responsabilidad”.

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