Edición Médica

Catherine Shugulí, coordinadora de la Unidad de Vinculación con la Sociedad de la carrera de Psicología Clínica de la UTA.

Jonathan Veletanga. Quito
Catherine Shugulí, coordinadora de la Unidad de Vinculación con la Sociedad de la carrera de Psicología Clínica de la Universidad Técnica de Ambato (UTA) indicó a REDACCIÓN MÉDICA que los suicidios en adolescentes se han convertido en un problema de salud pública grave a nivel mundial, nacional y local debido a que se  encuentra entre las tres primeras causas de morbi-mortalidad en este grupo etario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a los suicidios como una de las  principales amenazas a la salud mundial y estima que cada año existen alrededor de 900 mil suicidios de personas entre 15 y 44 años. En este sentido, Ecuador ocupa el cuarto lugar en tasas de suicidios, con el 13,1 por cada 100 mil habitantes.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) la tasa de suicidio en el país se ha casi duplicado en las últimas tres décadas, pues en el año 2000 se dieron 538 suicidios mientras que en 2006 se llegó a 900.

En este contexto, la investigadora recomienda trabajar de forma directa en la incidencia de los suicidios y además manejar integralmente cinco áreas fundamentales las cuales inciden en la mejora de los adolescentes tanto en el ámbito psicológico y físico.

Shugulí explicó que 21 estudiantes de Psicología Clínica y 5 docentes de la UTA realizaron un proyecto de vinculación con la sociedad para la promoción de salud mental con el fin de incidir en la disminución de suicidios en la provincia de Tungurahua, además de determinar qué necesidades presenta este grupo vulnerable y con qué parámetros se debe iniciar el proceso de atención física y psicológica.

De acuerdo a lo informado, esta investigación encontró que entre los cantones con mayor incidencia de suicidios en adolescentes en Tungurahua se encuentran Pelileo y Patate, más específicamente en las parroquias de Cotaló, García Moreno, La Matríz, Salasaka, El Rosario, Huambaló, Bolivar y el Triunfo.

Además determinó que aparte de trabajar de forma directa en la incidencia de los suicidios se debe manejar integralmente cinco áreas fundamentales que se identificaron con la Escala de Bienestar Psicológico para Adolescente (BIEPS-J por sus siglas) que son: aceptación de sí (autoestima), control de sí, vínculos familiares, autonomía y ausencia de afectividad negativa.

“Con base a estos determinantes elaboramos el ‘Manual de Intervención Psicológica para la Promoción de la Salud Mental en Adolescentes’, el cual está orientado a psicólogos clínicos, psicólogos educativos y trabajadores sociales, y que tuvo un impacto significativo en la mejora de adolescentes en riesgo”, ha aclarado.

Shugulí ha asegurado que abordando con talleres y técnicas específicas estas cinco áreas fundamentas (autoestima, control de sí, vínculos familiares, autonomía y ausencia de afectividad negativa) se reestableció significativamente al 89 por ciento de la muestra del estudio en el contexto psicológico, social y educativo.

 “Nuestra muestra comprendió una población de 800 adolescentes. Posterior a la toma inicial del reactivo se tuvo como resultado que 650 adolescentes mostraron rasgos significativamente bajos, lo que corresponde que el 81 por ciento se encontraba en riesgo. Después de la intervención psicoterapéutica breve, a través de la ejecución manual denominado ‘Manual de Intervención Psicológica para la Promoción de la Salud Mental en Adolescentes’, en donde por medio de talleres grupales se aborda las 5 dimensiones previamente descritas el 89 por ciento, es decir 580 individuos elevaron aspectos significativos dentro de las dimensiones”, señaló la investigadora.

En este contexto, Shugulí ha recomendado crear proyectos enfocados en una dinámica familiar y en la comunidad, abordando estos cinco factores, debido a que tienen un gran impacto en la mejora de los adolescentes en riesgo al suicido.

También sostuvo que “es importante que se continúen realizando investigaciones que permitan romper paradigmas y enfrentar realidades actuales, con el objetivo principal de crear alternativas de cambio a través de proyectos, en donde se mancomune esfuerzos con el resto de instituciones gubernamentales y privadas para crear conciencia y aportar significadamente en los procesos para disminuir la incidencia de suicidas en el Ecuador”. 

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