ABASTECIMIENTO DE MEDICINAS
En marzo arranca el plan piloto de externalización de farmacias del MSP ¿Por qué están preocupados los gremios?
Para los Químicos Farmacéuticos no se prioriza adecuadamente la dispensación de medicinas
Carlos Espinoza, Jymmy Cano, Marco Padilla, Miguel Moreira.
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Cristina Coello. Jonathan Veletanga
En el mes de marzo el Ministerio de Salud Pública (MSP) iniciará un plan piloto del
nuevo modelo de abastecimiento de medicamentos a través de la externalización de las farmacias de consulta externa. Se llevará a cabo en los hospitales de las ciudades más grandes, donde se atiende a la mayor cantidad de pacientes con enfermedades catastróficas, oncológicas y con patologías de manejo ambulatorio.
Miguel Moreira, viceministro de Atención Integral en Salud, ha anunciado en un conversatorio con medios que este modelo de dispensación tiene como “
mecanismo transaccional” la receta electrónica.
¿Cómo funcionará el proceso? El funcionario ha explicado que los pacientes acuden a la visita médica a través de la consulta externa; en ese momento se genera la prescripción de los medicamentos mediante receta electrónica;
con ese documento el paciente podrá retirar la totalidad de sus fármacos (en las cantidades y especificaciones que el médico considere) en la red de farmacias privadas (que tengan convenio con el Estado).
El paciente no deberá pagar nada por los medicamentos, ya que el Estado se encargará del pago directo a las farmacias.
Para que se emitan las facturas pertinentes al MSP, se realizará un registro entre lo que el hospital prescribió y lo entregado por la farmacia. Este será controlado y auditado, para evitar que se inflen los costos.
Para que este modelo empiece a funcionar, el MSP está elaborando un listado de los medicamentos que van a ‘externalizar’, todos de uso ambulatorio (que consten dentro del Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos o que estén autorizados para su compra); y está finiquitando el
modelo de la receta electrónica.
Colegios de Químicos Farmacéuticos desconocen el proceso
Entre tanto, los colegios de Químicos, Bioquímicos Farmacéuticos (CQBF) de Pichincha, Guayas, Chimborazo, Loja, Manabí y Tungurahua han manifestado su preocupación por la decisión de externalizar las farmacias ya que la propuesta no ha sido socializada y los
aspectos técnicos aún no están claros.
Entrevistados por EDICIÓN MÉDICA, los gremialistas han recordado que hace algunos meses fueron convocados por la vicepresidencia para formar
mesas de trabajo que recojan aportes en la construcción de un mecanismo que evite el desabastecimiento de medicinas y la corrupción en su adquisición.
Sin embargo, las autoridades no volvieron a realizar las consultas técnicas y los
Químicos Farmacéuticos ahora se han mostrado preocupados por la falta de información sobre el mecanismo de operación y anticipan que se
favorecerá a negocios privados.
Jymmy Cano, del CQBF de Guayas, le ha atribuido al actual
sistema engorroso de compra de medicamentos como uno de los causantes del desabastecimiento de fármacos en el sector público, por lo cual considera que mejorarlo pudo también solucionar el problema.
Carlos Espinoza, presidente del CQBF de
Chimborazo ha señalado que “desde hace muchos años hemos tratado de aportar en el mejoramiento del sistema y pedimos que se incluya al Químico Farmacéutico en el proceso de toma de decisiones en lo relacionado a la adquisición de medicamentos y hasta la actualidad no tenemos esa apertura”.
Aún así son públicas las denuncias de corrupción en esos procesos de compra y por ello Cano ha recordado que el gremio se unió para
rechazar la responsabilidad que les atribuyeron en esos actos. Ahora se externalizará las farmacias sin que los técnicos, directamente involucrados, conozcan el alcance de la medida, ha reclamado.
“
No conocemos cuál es la dimensión del cambio, quiénes son los que van a intervenir en el proceso, qué medidas se van a tomar en relación a nuestros profesionales, bajo qué condiciones se van a eliminar las farmacias externas en el sector público, cómo se va a optimizar la adquisición de medicamentos, etc. Somos los
profesionales directamente afectados y no sabemos nada”, han sido algunas de las preocupaciones expuestas por Espinoza.
Por su parte,
Marco Padilla del CQBF de
Pichincha ha asegurado que enviaron oficios tanto al Ministerio de Salud Pública (MSP) como a la vicepresidencia para solicitar se los involucre en la propuesta.
“No puede ser que en un tema de medicamentos se nos excluya. Se quiere sacar el servicio de atención farmacéutica de un hospital, donde existe un profesional y entregarlo a la privada donde está un
dependiente que no tiene perfil profesional. Y así quieren mejorar el sistema nacional de salud”, ha protestado Padilla.
El dirigente de Pichincha ha recalcado que los Bioquímicos Farmacéuticos no son los encargados de las compras de medicamentos sino de elaborar los informes técnicos “pero
a pretexto de la corrupción quieren sacar y cambiar el modelo y hacerlo a través de la farmacia comunitaria (privada) que es un negocio cualquiera”.
Padilla aseguró que desconocen las
condiciones de los convenios, o qué tipo de medicamentos van a dispensar, quienes van a ser los responsables de ellos, etc., y ha señalado que en las farmacias públicas los químicos farmacéuticos son los responsables de la dispensación, atención farmacéutica al paciente, y de dar seguimiento farmacoterapéutico. “En la privada no se cuenta con estos profesionales a tiempo completo para realizar esos procesos”, ha advertido.
Andrés Ontaneda del CQBF de Loja y Zamora Chinchipe ha mencionado que se sienten “como parte de una acción mediática para calmar la situación. Se nos convocó, pero el criterio técnico, las recomendaciones, las observaciones han quedado en la nada, no tenemos respuestas, en diferentes provincias incluso nos preocupa la normativa que está manejada por
personas sin criterio bioquímico”.
Reglamento, calidad de medicamentos, etc.
Al ser consultado por EDICIÓN MÉDICA, el viceministro ha señalado que para ejecutar la externalización, ya se
trabaja en las normativas que regulen todo el proceso, así como en los contratos de adhesión entre la Red Pública de Salud y las farmacias, donde se especificarán los nombres y características de los fármacos a dispensar, ya sean en genérico o de marca, además de los precios de referencia.
Sobre la calidad de los medicamentos que se dispensarán a través de este nuevo modelo, Moreira ha mencionado
que la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) es la encargada de verificar la calidad de los fármacos que se adquieren en el país mediante cualquier procedimiento de contratación. “Por tanto, no vamos a recetar ni despachar fármacos que no cumplan todos los requisitos que la normativa de control sanitario exige”, ha dicho.
Sin embargo, los directivos de los colegios de Químicos Farmacéuticos han recordado que, principalmente, el
personal directivo de ARCSA no cumple el perfil profesional que requiere la institución, pues esos cargos están en manos de abogados, técnicos en publicidad, ingenieros en alimentos, entre otros. Ante aquello han dejado en duda la total capacidad de control que requerirá el nuevo mecanismo.