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DESPUÉS DEL TERREMOTO
Enfermeras salvan vacunas en Manta y Pedernales
Han activado el plan de contingencia para salvar las dosis de los dos distritos
Jueves, 05 de mayo de 2016, a las 11:45

Mari Flores, responsable de inmunización en Manta.


Redacción. Quito
Mari Flores y Estela Reyes, personal de Enfermería en Manta y Pedernales, han salvado miles de dosis de diferentes tipos de vacunas gracias a su pronta intervención después del terremoto que sacudió a Ecuador el pasado 16 de abril.

Mari Flores, enfermera responsable del programa de inmunización del distrito de Manta, después de corroborar que su familia se encontraba bien, se dirigió al banco de vacunas para poner en marcha el plan de contingencia y así salvar las dosis que se encontraban en el lugar.

La enfermera junto a su esposo e hijos, sacaron las vacunas de sarampión, rubeola, rotavirus, tuberculosis, hepatitis B, tétano, entre otras, que se encontraban en las neveras y las acondicionaron en cajas de frio.

Flores también visitó 14 unidades de salud para trasladar las vacunas a un sitio con refrigeración. Además otras 13 unidades fueron inspeccionadas por colegas de su equipo. De esta manera lograron salvar más del 80 por ciento de las vacunas de Manta.

Por otra parte Estela Reyes, enfermera responsable del programa de inmunizaciones en Pedernales, ha logrado salvar las dosis del banco de vacunas del distrito y otros cinco centros de salud.

Reyes se organizó con los responsables de las unidades de vacunación de la zona a través de WhatsApp para poder activar el plan de contingencia y así resguardar las vacunas. Según ha señalado solo las vacunas de dos unidades no se mantuvieron bajo refrigeración de acuerdo con los lineamentos internacionales, por lo que se perdieron.

Según información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) los distritos de salud de Ecuador suelen contar con cerca de 19 vacunas, entre ellas dosis contra sarampión, rubeola, rotavirus, tuberculosis, hepatitis B y tétano. 

Además las vacunas pueden ser conservadas hasta por dos horas en neveras sin fluido eléctrico. Después es necesario activar un plan de contingencia y trasladarlas a cajas de frío, en las cuales pueden permanecer hasta  48 horas. Luego de este tiempo deben colocarse en sitios que cuenten con energía o con generadores de emergencia para que no pierdan su poder inmunológico.

Gracias a estas enfermeras y sus equipos, la mayoría de vacunas se utilizaron para inmunizar a la población damnificada por el terremoto. 



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