Estudiantes del área de Salud, protagonistas en el rescate y atención de heridos durante las manifestaciones
Con ?plata y persona? los estudiantes ayudan en medio del caos
Un cordón humanitario facilitó la evacuación de heridos.
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Cristina Coello. Quito
Se dice que lo héroes urbanos son anónimos. Pero en la memoria colectiva
de los indígenas hay un grupo de ellos que no pasa desapercibido en cada una de sus movilizaciones a la capital ecuatoriana, son los
estudiantes universitarios.
Durante las últimas manifestaciones sociales han sido los estudiantes
de las carreras del área de la Salud principalmente de la Universidad Central (UCE), los que se han llevado su agradecimiento y mantienen viva esa figura heroica al haber sido los escudos que formaron un corredor humanitario para sacar a los heridos de la Casa de la Cultura.
La tarde, casi noche del viernes 24 de junio, la fuerza pública protagonizó la más fuerte arremetida contra los manifestantes sociales. Pero de forma casi temeraria,
centenares de estudiantes junto a socorristas y algunos médicos empezaron a tomarse de las manos para cuidar el camino de evacuación de personas que recibían atención sanitaria en esa zona.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, los representantes de varias brigadas estudiantiles de sexto semestre de Medicina han comentado que fueron
alrededor de 500 estudiantes los que se organizaron para atender desde ‘zonas calientes’ de la protesta hasta los ‘centros de asistencia’ y ‘zona de paz’ que instalaron en el campus de la UCE.
Stefanía Chicaiza, una de las voluntarias, ha relatado que la situación fue crítica, “fue un bombardeo” de gases y la fuerza pública no se percató que en la zona
había niños, mujeres y heridos por lo que debieron actuar rápidamente y formaron el callejón.
Pero la situación no les era ajena. Ya habían pasado acontecimientos similares días anteriores, cuando las autoridades de la
UCE permitieron el ingreso de indígenas a los predios universitarios y no por ello la policía dejó de usar gases lacrimógenos en los alrededores.
Génesis Torres ha recordado que “había niños asfixiándose” en el Coliseo y los voluntarios y oros socorristas debieron soportar el gran malestar para intentar estabilizar principalmente a los pequeños. Su compañera
Gabriela Rivera ha reconocido que todos pusieron su mejor esfuerzo para ayudar, pero también se encontraron con la difícil realidad de no saber a ciencia cierta cómo actuar.
Si bien, todos ellos recibieron una brevísima inducción a la atención prehospitalaria, pasar de las aulas a la acción fue un reto que debieron resolverlo en cuestión de segundos. Admiten que les falta adiestramiento, pero “
las ganas de ayudar” y la urgencia de la situación los ha obligado a actuar “con plata y persona”, relatan.
Entre todos los voluntarios han
comprado insumos médicos básicos para atender heridas, traumas, asfixias, entre otras, “pero se necesita mucho más” comentan los estudiantes, quienes también en redes sociales difunden viarias listas de materiales prioritarios que van desde medicinas hasta víveres.
La situación les permitió identificar que además de heridas por la protesta, muchos de los indígenas, principalmente mujeres padecen infecciones de vías urinarias y carecen totalmente de medicinas para esta patología. “Se necesita (insumos) para las
brigadas móviles y para las fijas”, ha añadidos Torres.
En ese sentido
Marco Garcés ha relatado que las brigadas móviles acompañan a los manifestantes en tres diferentes zonas:
las frías, tibias y calientes. Este grupo lleva además de su uniforme blanco identitario, un casco y avanzan hasta las zonas tibias. En las calientes son los socorristas quienes rescatar a los heridos y asfixiados.
Aunque el gobierno ha dado por terminado el estado de excepción
, la dirigencia indígena se resiste a dar por terminada la protesta y según ha confirmado
Nayeli Piedra, otra estudiante, los voluntarios de la UCE también siguen en pie y dispuestos a continuar con la ayuda.
El dato
Aunque hay centenares de voluntarios, todos se turnas en
diferentes horarios para colaborar sin dejar de lado sus obligaciones estudiantiles que no se han suspendido y se mantienen de forma virtual.