INVESTIGACIÓN EN CURSO
Estudio ecuatoriano busca la participación de pacientes y médicos involucrados con el COVID prolongado
Se está generando evidencia local para mejorar el diagnóstico y tratamiento de este síndrome
Estefanía Espín, investigadora principal del estudio.
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Jonathan Veletanga. Quito
La investigadora ecuatoriana Estefanía Espín está llevando a cabo el estudio denominado
REDuCE (Reducción de las disparidades étnicas en la investigación de COVID prolongado), con los objetivos de desarrollar biomarcadores que faciliten el diagnóstico de este síndrome que está afectando a miles de personas y comprender las experiencias de pacientes y profesionales de la salud en relación con el diagnóstico de COVID prolongado.
Espín, candidata Doctoral del programa de Medicina Experimental de la Universidad de Columbia Británica (UBC), en Vancouver, Canadá, ha informado a EDICIÓN MÉDICA que se va a buscar biomarcadores en sangre que indiquen
diferencias entre los pacientes que tienen COVID prolongado y quienes no lo han desarrollado.
Según bibliografía revisada por la investigadora, a pesar de que Latinoamérica es una de las regiones más golpeadas por la pandemia de COVID-19, no se han reportado casos de COVID prolongado en la misma proporción, lo cual “llama mucho la atención”.
A nivel mundial, entre el 15 y 20 por ciento de quienes tuvieron la infección de COVID-19 desarrollan este síndrome. Además, se ha visto que a mayor número de infecciones por COVID-19, hay mayor riesgo de desarrollar COVID prolongado.
Entonces, es necesario investigar este aspecto para
dar visibilidad a lo que está pasando en Ecuador, ya que generalmente “nuestra población no está suficientemente representada en investigaciones globales sobre esta condición”.
Por este motivo, Espín ha invitado a los pacientes con síntomas y profesionales de salud involucrados en su diagnóstico de COVID prolongado a que participen en el estudio REDuCE. El objetivo es realizarles entrevistas breves (de aproximadamente 30 a 60 minutos), de manera virtual a través de Zoom o presencialmente.
Mediante estas entrevistas se buscará conocer sus experiencias, preocupaciones y sugerencias para guiar futuras investigaciones que impulsen el desarrollo de biomarcadores y, así, mejorar el diagnóstico y el tratamiento del COVID prolongado.
“Buscamos tener
al menos 10 pacientes y 10 médicos que quieran contarnos sus experiencias. Si hay más, será mejor”, ha manifestado Espín, quien ha señalado que hay dos formas de contactarse y participar:
La investigadora ha hecho un llamado a la comunidad médica para que sea empática con los pacientes que reportan síntomas relacionados con COVID prolongado. “La prioridad es que la gente que está teniendo esta condición, tenga un diagnóstico, ya sea para confirmarlo o para descartarlo también”, ha enfatizado.
El dato
El estudio REDuCE cuenta con aprobaciones de los Comités de Bioética tanto de la Universidad de Columbia Británica como de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
En el país, los colaboradores de esta investigación son:
Iván Dueñas, docente e investigador del Instituto de Salud Pública de la PUCE, y
Gabriela Zambrano, médica internista y docente de la Universidad Central del Ecuador (UCE). Ellos realizarán las entrevistas presenciales.