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DESDE LA PUCE
Estudio ecuatoriano demuestra fuerte asociación entre la escala de Apgar y la sobrevida de neonatos en riesgo
En Ecuador y el mundo la escala de Apgar es de aplicación obligatoria para todas las niñas y niños
Jueves, 17 de diciembre de 2020, a las 17:40
Ivn Dueas-Espn, docente investigador de la PUCE.

Iván Dueñas-Espín, docente investigador de la PUCE.


Jonathan Veletanga. Quito
Investigadores del Instituto de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría han realizado un estudio retrospectivo en el que han demostrado que la escala de Apgar está asociada fuertemente a la sobrevida de neonatos catalogados en riesgo, tanto si se considera a la escala categorizada como si se la considera punto a punto.
 
En diálogo con EDICIÓN MÉDICA, Iván Dueñas-Espín, médico salubrista y autor principal del estudio, ha explicado el principal hallazgo: entre más alto es el valor de la escala de APGAR, mejor es la sobrevida de los neonatos considerados en “riesgo”, ya sea por peso bajo o por comorbilidades tales como asfixia o desordenes relacionados con la prematurez. Por otro lado, mientras más bajo es el puntaje a los cinco minutos de nacer, menor es su sobrevida.
 
La escala de Apgar mide rápidamente la transición entre el nacimiento y la etapa extrauterina en los primeros minutos de vida del bebé. Mediante esta herramienta el personal médico evalúa el color de la piel, la frecuencia cardiaca, el tono, la respuesta al estímulo y el esfuerzo respiratorio. “Lo normal es que a los cinco minutos de vida los bebés estén en alrededor de 7 a 10 puntos, en el valor de Apgar”.
 
En Ecuador y el mundo la escala de Apgar es de aplicación obligatoria para todos los infantes, en riesgo y en no riesgo.
 
Dueñas ha señalado que estudios recientes han demostrado que la escala de Apgar es “muy buena” para predecir eventos adversos neonatales en niños a término y con buen peso. Ahora, con estos resultados “estamos demostrado que también es de utilidad en niños en riesgo, además que no solamente se debe categorizar el puntaje del Apgar de 7 a 10, sino que también sirve si es catalogado punto a punto”, es decir, por cada punto menos se reduce subsecuentemente la sobrevida de los niños cuando nacen con algún riesgo.  
 

Curvas de supervivencia diferencial por cada categoría de Apgar. Fuente: investigadores PUCE.


Importancia de este hallazgo
 
En este estudio los investigadores han analizado minuciosamente los datos del Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre mortalidad neonatal desde 2014 al 2017, encontrando además que los neonatos fallecidos “tuvieron una respuesta a la vida extrauterina muy mala”, lo que podría deberse a varios factores, entre ellos que no hubo una apropiada intervención por parte de los profesionales de salud debido, a lo mejor, por falta de insumos o materiales para reanimar a los neonatos, ha manifestado Dueñas.
 
Esta hipótesis plantea la necesidad urgente de mejorar la atención de los neonatos en el país, así como fortalecer la atención a las embarazadas facilitando el acceso a centros de atención materno infantil, dotando de insumos y materiales apropiados, adecuado sistema de transporte y referencia materno-neonatal, detección temprana de factores de riesgo y complicaciones del embarazo, capacitación del personal de salud y seguimiento adecuado a los niños en riesgo.
 
“Si se pudiese realizar una mejor estratificación de riesgo, muy temprano al nacimiento (al minuto por ejemplo), darle el tratamiento para que a los cinco minutos el puntaje de la escala suba, nosotros podríamos reducir la mortalidad neonatal”. Para esto también es necesario capacitar al personal de salud en la evaluación del Apgar y, a su vez, dotarlos de todos los insumos necesarios, ha considerado Dueñas.
 
Según el investigador de la PUCE, la evidencia científica ha demostrado que el 80 por ciento de las muertes neonatales ocurren en el primer día de vida. De manera comparativa, el número de muertes en los primeros 28 días es igual al número de muertes que ocurren entre los 29 días a los 28 años. Estos datos muestran que los primeros 28 días de vida son una etapa crítica, lo que exige una intervención adecuada para prevenir complicaciones, muerte y discapacidad.
 
En Ecuador, de acuerdo al INEC,  en 2019 la tasa de mortalidad infantil fue de 10.1 por cada 1.000 nacidos vivos y la tasa de mortalidad neonatal fue de 6 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que indica que alrededor del 60 por ciento de las muertes en menores de 1 año corresponden a bebés en los primeros 28 días de vida.
 
De manera muy preocupante, entre el 2014 al 2019 se ha producido un 50 por ciento de incremento en la tasa de mortalidad neonatal a nivel nacional, pasó de 4 a 6 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representa un 10 por ciento anual, ha señalado Dueñas.
 
“La mortalidad neonatal no solo evalúa como está el neonato y la madre, evalúa cómo están las condiciones de salud del país. Es claro que estamos dotando de una atención muy pobre, de tal forma que inclusive estamos viendo un aumento de la mortalidad neonatal. Esto debería ser motivo de una profunda reflexión y preocupación por parte de las autoridades”, ha enfatizado.
 
El dato
 
Los resultados de esta estudio por ahora se encuentran en un preprint, no obstante, ya han sido enviados a una revisa británica para que sean revisados por pares.

En una siguiente fase los investigadores de la PUCE utilizarán la escala de Apgar como parte de los predictores de mortalidad neonatal en el Score Bebe, un proyecto de investigación que vienen realizando desde hace unos tres años.



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