INVESTIGADORES DE LA UTE
Estudio ecuatoriano demuestra la necesidad de investigar el cáncer con un enfoque étnico
Según los autores, existe un sesgo estructural en la investigación oncológica de la población humana
Andrés López-Cortés, César Paz y Miño, y Santiago Guerrero, de la UTE.
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Redacción. Quito
Un nuevo estudio realizado por científicos del Centro de Investigación Genética y Genómica (CIGG) de la Universidad UTE ha evidenciado que “e
xiste un sesgo estructural en la investigación oncológica de la población humana desde inicios de este campo ya que se ha desarrollado mayoritariamente en poblaciones caucásicas”, ha explicado
César Paz y Miño, director del centro y coautor.
“Es un gran logro para nuestro grupo de investigación,
este estudio es la base para todas las investigaciones oncológicas que desarrollamos y demuestra la necesidad de hacer investigaciones con enfoque étnico”, ha aseverado Paz y Miño.
Algo que los investigadores mencionan
es clave para la población ecuatoriana, cuya mayoría es mestiza (61.7 por ciento indígena, 34.6 por ciento caucásico y 3.7 por ciento afro-ecuatoriano) y ha sido poco estudiada en términos moleculares en lo que respecta al cáncer.
El estudio
Según un comunicado de la UTE, para llegar a esta conclusión los investigadores han analizado por un año
más de 689 líneas celulares históricas (muestras in vitro de un cáncer), 19 biobancos internacionales, y aproximadamente seis millones de muestras alojadas en bases de datos de importantes proyectos de genómica a nivel internacional.
“
Fue un análisis exhaustivo sobre la inserción étnica y racial en todos los aspectos de la investigación oncológica, desde aspectos fundamentales hasta procesos más complejos y aplicados que se utilizan en la actualidad”, ha comentado Santiago Guerrero, coautor e investigador del CIGG.
Importancia de los resultados
Los investigadores
han identificado dos tendencias en los estudios del cáncer. La primera, una falta de información racial/étnica sobre las muestras; y la segunda, una sobrerrepresentación de muestras de individuos caucásicos, contrastada con una presencia porcentual en promedio de menos del 5 por ciento para poblaciones asiáticas, afrodescendientes, hispanas u otras.
Lo que significa que los estudios sobre la incidencia del cáncer, supervivencia, respuesta farmacológica, ensayos clínicos, vías moleculares y epigenética a nivel mundial e histórico
han sido enfocados mayormente a poblaciones anglosajonas, lo que tiene implicaciones en los pacientes hasta en las políticas de salud pública de los Estados, han argumentado los autores.
Para los científicos, estos resultados son importantes porque desde hace aproximadamente una década varias investigaciones han confirmado que
el origen étnico tiene un gran impacto en el desarrollo del cáncer. Por ejemplo, se ha demostrado que las mujeres hispanas o africanas con cáncer de mama tienen un mayor riesgo de muerte con respecto a aquellas de origen europeo; o pacientes asiáticos con cáncer de pulmón debido a mutaciones genéticas responden mejor al tratamiento farmacológico.
“Si los fundamentos del estudio del cáncer se basan en una muestra mayormente caucásica, es probable que los compuestos probados que no sirven para ellos y fueron descartados,
sirvan para nuestra composición genética hispana ya que se desarrollan medicamentos basados en la genética caucásica para luego ser probados exclusivamente en las mismas poblaciones”, ha dicho Guerrero.
El dato
Este estudio fue publicado en la revista internacional Nature Scientific Reports. Se puede revisar el artículo científico en el siguiente link:
https://www.nature.com/articles/s41598-018-32264-x.pdf
Los
autores de este estudio son César Paz y Miño, Santiago Guerrero, Andrés López-Cortés, Jennyfer García, Ana Karina Zambrano, Patricia Guevara, Abigail Gonzáles y Paola Leone de la UTE; Alejandro Cabrera-Andrade de la Universidad de Las Américas (UDLA), y Alberto Indacochea del Instituto de Ciencia y Tecnología de Barcelona.