CÉLULAS T DE MEMORIA
Estudio ecuatoriano demuestra que algunas personas tienen una posible pre-inmunidad contra el SARS-CoV-2
Es posible que esto pueda generar cierta protección, pero aún se requieren más estudios
Ángel Guevara (UCE) y Jacobus de Waard (UDLA).
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Cristina Coello. Quito
Científicos de la Universidad de las Américas (UDLA) y de la Universidad Central del Ecuador (UCE) han encontrado que algunas personas no expuestas al COVID-19 poseen “células T de memoria”, lo cual posiblemente les otorga una
baja probabilidad de contagio o la posibilidad de que la infección
no evolucione a un cuadro clínico grave.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, los investigadores
Jacobus de Waard (UDLA) y
Ángel Guevara (UCE) han explicado que una parte de nuestra población probablemente posea esa pre-inmunidad y, en teoría, estaría protegida contra la infección de SARS-CoV-2.
De Waard ha recordado que cuando una persona se contagia con COVID19, el cuerpo desarrolla un
primer tipo de respuesta inmunológica inmediata mediante
anticuerpos IgG e IgM. “Sin embargo, la comunidad científica aun debate sobre la permanencia en el tiempo de este tipo de anticuerpos”.
Pero “no solamente tienen importancia esos anticuerpos. Hay
una segunda respuesta inmune, la
mediada por células T. Esta otra defensa inmunológica
puede persistir durante años, e incluso toda la vida y protegería al individuo de futuros contagios. Es a este nivel, el de las células T, que resulta interesante y esperanzador realizar futuros estudios”, ha comentado.
Según la investigación, hay personas que a pesar de haberse contagiado de la COVID-19
no desarrollaron anticuerpos IgG e IgM. Pero bajo otro tipo de pruebas, encontraron en esos pacientes una citoquina, el interferón gama mediante el ensayo IGRA, la cual desarrolló una fuerte respuesta de células T y por tanto demostraron inmunidad (posiblemente pre-inmunidad) frente a la COVID-19.
Guevara ha puntualizado que probablemente esos pacientes ya tenían inmunidad y eso evitó que el nuevo coronavirus ocasione la enfermedad o pase a ser más agresiva. “Esas células T de memoria reaccionaron contra el SARS-COV-2. En otras palabras, es posible que ese individuo haya desarrollado una
protección cruzada por haber estado expuesto a otros coronavirus”.
Los resultados de la investigación publicados en la revista científica “International Journal of Infectious Diseases”, ha determinado que en
más del 40 por ciento de personas sin contacto con el nuevo virus se encontró pre-inmunidad; mientras que el 80 por ciento de quienes si se contagiaron evidenciaron las células T de memoria.
No obstante, el investigador de la UCE advierte que “eso
no significa que todas las personas van a tener este tipo de respuesta” frente a la COVID-19 y por tanto es prioritario que la población no descuide bajo ninguna circunstancia las medidas de bioprotección (uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social).
Más detalles del estudio
De Waard y Guevara han detallado que para el estudio seleccionaron a un grupo de
17 individuos (con estricto aislamiento durante la pandemia) y
les aplicaron pruebas de anticuerpos, tras lo cual se determinó que efectivamente ninguno de ellos había estado en contacto con el virus y todos carecían de anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2.
“Posteriormente, se realizó una prueba para identificar la posible presencia de células T de memoria que muestren acción contra el SARS-CoV-2 en su sistema inmunológico. Sorprendentemente los resultados mostraron que, aunque ninguno de ellos sufrió un contagio por SARS-CoV-2,
ocho de los 17 (es decir el 45 por ciento del grupo de estudio) contaban con esas células”, es decir, tendrían una
pre-inmunidad contra la nueva enfermedad, ha insistido De Waard.
Según han mencionado los investigadores, la presencia de este tipo de células T en pacientes aun no contagiados podría
derivarse de la exposición a coronavirus de los catarros comunes. En definitiva, el sistema inmune de algunas personas sería capaz de recordar los cuatro tipos de coronavirus que han circulación desde hace mucho tiempo entre los humanos y que son los
responsables de las infecciones leves del tracto respiratorio superior.
“Todavía no sabemos de dónde viene esta pre-inmunidad, ni si nos proteje totalmente. Seguro da algo de protección” pero hay que seguir investigando, ha dicho De Waar.
Por ello continuarán en una segunda etapa de investigación que busca
aumentar el número de participantes para determinar a mayor escala la presencia de células T de memoria en población aun no contagiada y que, en teoría, podrían estar protegidos del contagio.