Estudio muestra reducción histórica de desigualdades en indicadores de salud en Ecuador
Estos indicadores influyen en la condición de salud de la población
Paulina Ríos, docente investigadora de la UCE.
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Jonathan Veletanga. Quito
Ecuador ha mejorado las desigualdades en las coberturas de intervenciones de salud sexual y reproductiva en 2012, pero en ese mismo periodo las intervenciones relacionadas con
saneamiento y acceso a agua potable muestran importantes brechas de desigualdad que no han mejorado a lo largo del tiempo, tanto a nivel nacional como subnacional.
Este es el hallazgo de un estudio descriptivo realizado por investigadores de la Universidad Central del Ecuador (UCE) y del Centro Internacional de Equidad en Salud de Brasil, cuyos resultados han sido recientemente
publicados.
Paulina Ríos, docente investigadora de la Facultad de Ciencias Médicas de la UCE, ha indicado a EDICIÓN MÉDICA que analizaron datos de
20 años de coberturas de cinco indicadores de salud reproductiva materno-infantil (uso de anticonceptivos, parto institucional, control prenatal, inmunizaciones y lactancia materna) y dos relacionados con saneamiento y agua potable, encontrando que los cambios económicos y políticos han influenciado en las coberturas y las desigualdades en salud.
“Históricamente ha existido un
mejora en las coberturas de los servicios de salud sexual y reproductiva”, lo que también ha reducido brechas en las desigualdades, es decir, “han sido distribuidos de manera más equitativa, sobre todo llegando a poblaciones más vulnerables”. Esta reducción se hace más evidente en 2012.
Sin embargo,
esto no ocurrió cuando se analizaron los indicadores sobre saneamiento y agua potable. Al contrario, fue un hallazgo bastante significativo observar que las desigualdades en muchas provincias incluso se incrementaron, por lo que mantienen brechas significativas, con excepción de aquellas donde los gobiernos locales priorizaron estas intervenciones.
La cobertura de los servicios de saneamiento se redujo para 2012.
Hay varias provincias vulnerables (Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi, región Amazónica, entre otras) que “históricamente han tenido carencias en cuanto a servicios de salud y también en saneamiento básico”, y
lamentablemente mantienen niveles bajos de coberturas, lo cual es un retroceso bastante importante. “Esto debe ser un llamado de atención para los tomadores de decisiones”, ha enfatizado la investigadora.
Los investigadores han encontrado que existe 2.4 veces menos acceso a agua potable en el quintil más pobre.
Ríos ha considerado que las
autoridades del próximo Gobierno deben tomar en cuenta estos resultados porque el estudio muestra que la inversión pública en salud impacta en la mejora de cobertura de servicios sanitarios y reducción de brechas sociales.
“Las nuevas autoridades electas deben reforzar la inversión en salud porque eso garantiza reducción de
desigualdad social. La inversión pública es el camino frente a políticas neoliberales o políticas de privatización, esto no solo se ha demostrado en este estudio sino también en otros”. Los gobiernos locales por sí solos no pueden solucionar los problemas básicos de agua potable y saneamiento, se requiere de un país organizado para dar una solución verdadera e integral a estos aspectos, que influyen en la condición de salud de la población, ha destacado.