CONDICIONES ESTRUCTURALES
Estudio revela factores que influyen negativamente en la satisfacción laboral de los médicos rurales de Ecuador
Piden a las autoridades reconocer el problema latente en el país
Juan Sebastián Izquierdo Condoy, investigador de la UDLA.
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Jonathan Veletanga. Quito
En el
Journal of Primary Care & Community Health se ha publicado un estudio sobre la satisfacción laboral de los médicos rurales de Ecuador, cuyos resultados muestran la
necesidad de mejorar las condiciones laborales y de bienestar de los profesionales que realizan el Año de Salud Rural.
EDICIÓN MÉDICA ha conversado con el autor principal del estudio,
Juan Sebastián Izquierdo Condoy, docente investigador de la Universidad de las Américas (UDLA), para conocer más acerca de los hallazgos y cómo estos podrían ayudar a formular mejores políticas y condiciones para los médicos, enfermeras, odontólogos y obstetras que están obligados a realizar este período de servicio social.
La idea de este estudio nació desde la experiencia del investigador, quien en 2020 realizó la medicatura rural en el cantón Shushufindi. En este proceso tuvo que superar una serie de
factores e inconvenientes que “probablemente eran estructurales” y que muchos de sus compañeros también tuvieron que enfrentar, como dificultades con el sistema de elección de la plaza rural, inequidades y retrasos en los pagos de remuneraciones, trabas burocráticas, falta de insumos, inseguridad, entre otros.
Todos estos problemas pueden hacer de la medicatura rural una “experiencia negativa”, incluso con desenlaces fatales como los que han sucedido en nuestro país. Esto sin duda alguna puede genera repercusiones en el futuro del profesional, pero como se trata de un periodo transitorio, las autoridades sanitarias hacen poco por brindar las condiciones y protecciones necesarias, ha reflexionado Izquierdo.
Con estos antecedentes, se decidió investigar la satisfacción laboral y las percepciones de los médicos rurales en relación a varios factores del Año de Salud Rural, como incumplimiento con la remuneración, uso de recursos personales, sistema de elección de plazas, orientación académica adecuada, utilidad laboral profesional, inducción suficiente, entre otros.
De esta manera, se ha encontrado que
el nivel de satisfacción laboral de los médicos rurales fue “bajo” en general, lo cual se catalogó como “indiferente”. También se han reportado “percepciones negativas” y “mayor insatisfacción” en relación a los beneficios y remuneración, inducción y expectativas de formación, oportunidades de capacitación, igualdad y equidad de trato en el trabajo.
Por ejemplo, el 57.5 por ciento de los rurales reportó algún tipo de retraso en el pago de su remuneración;
el 90 por ciento utilizó en alguna ocasión sus propios recursos para la compra de insumos necesarios para los procedimientos; el 66 por ciento consideró que no fue óptimo el sistema de elección de plaza; el 88 por ciento no tuvo un periodo de inducción insuficiente.
En un escenario como el Año de Salud Rural lo que se esperaría es tener una satisfacción aceptable, pero esto no se dando porque hay muchas deficiencias y
condiciones estructurales de trabajo negativas, que se basan principalmente en problemas de la organización, en este caso del MSP, ha opinado el investigador.
Los datos muestran que se está dejando de lado a la medicatura rural, a pesar de ser un servicio muy importante para las comunidades de difícil acceso. En este sentido, las autoridades deberían considerar esta información de referencia para
reconocer el problema (que hay factores que influyen negativamente en el Año de Salud Rural) e implementar mejoras para las próximas generaciones de profesionales de la salud rural, ha considerado.