EQUIPO INTERINSTITUCIONAL
Exitosas cirugías en trabajo conjunto entre los hospitales Baca Ortiz y Eugenio Espejo
Los hospitales de tercer nivel no poseen algunas sub especialidades como el cirujano de cabeza y cuello
Eduardo Pilatuña, Antonio Palacios, Lenin Guzmán y Brayam Loiza.
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Cristina Coello. Quito
Especialistas de los Hospitales
Pediátrico Baca Ortiz (HPBO) y de
Especialidades Eugenio Espejo (HEEE) de Quito van sumando casos de éxito en procedimientos de alta complejidad y uno de los últimos fue la extirpación de la tiroides a una paciente que padecía
enfermedad de Graves, considerada poco frecuente en niños.
Los especialistas en Cabeza y Cuello del HEEE,
Antonio Palacios y
Lenin Guzmán, junto al endocrinólogo del HPBO,
Brayam Loiza y al cirujano pediátrico
Eduardo Pilatuña han formado un singular
equipo de trabajo interinstitucional que ha permitido brindar nuevas oportunidades y calidad de vida a varios pacientes pediátricos.
Los cuatro especialistas, en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, han reconocido que “el trabajo en equipo es lo mejor” y eso es producto de “bajarse los egos” de una nueva generación de médicos que buscan
mejorar la comunicación “para tener los mejores resultados” en beneficio del paciente.
“Esto se puede hacer y no solo entre Ministerio de Salud, también con otras instituciones (como las Seguridades Sociales)” donde exista la apertura del trabajo colaborativo y apoyo de las autoridades han resaltado Pilatuña y Palacios
“En un equipo, la cirugía no es solo de un cirujano y
el paciente no es de un médico. El éxito es para el paciente y la institución que lo manejó”, ha recalcado Palacios.
Y en ese sentido han visto frutos, uno de los últimos una cirugía a una paciente de 14 años con seguimiento en el HPBO y con diagnóstico de
enfermedad de Graves, a quién las primeras opciones terapéuticas por cerca de dos años ya no funcionaban por lo que el siguiente criterio médico era la cirugía.
“A pacientes con expectativa de vida larga debemos
disminuir las complicaciones y se requería apoyo de los expertos que tienen alto volumen de casos y mejores resultados como son los cirujanos de cabeza y cuello del HEEE y pedimos ayuda” ha relatado Pilatuña.
Por su parte, Palacios y Guzmán han resaltado el estudio de los casos previo a la cirugía ya que al ser tratamientos definitivos tienen consecuencias y requieren un seguimiento médico riguroso y disciplina a la
adherencia terapéutica del paciente, entre otros factores para el éxito total.
La
cirugía de tiroides manipula estructuras muy importantes y delicadas como la glándula paratiroidea que controlan el calcio y fosforo del cuerpo; así como los
nervios laríngeo inferiores relacionados con la respiración y el habla. Por ello se requiere experticia para evitar posibles secuelas en la vida de estos jóvenes pacientes.
Enfermedad poco frecuente
Estos meses el grupo de especialistas han realizado entre 6 a 7 cirugías en equipo
multidisciplinario e interinstitucional exitosas.
Loaiza ha explicado que el
hipertiroidismo en niños es poco frecuente pero una posible causa de su desencadenamiento es la enfermedad de Graves, que es una enfermedad autoinmunitaria, pero hay otras causas también como otro de los últimos casos atendido por este equipo que se trató de un
bocio toxico multinodular en una paciente de 13 años.
No son muy frecuentes este tipo de enfermedades, pero el HPBO identifica alrededor de 6 a 7 casos al año. Los especialistas advierten que las posibles complicaciones del hipertiroidismo son diversas y pueden ser muy graves, de allí la atención oportuna, en estos dos últimos pacientes con cirugía.
Estas pacientes están estables con seguimiento y control
bioquímico y hormonal, ha detallado el equipo.