Edición Médica

Carlos Alberto Calderón y Mariano Fernández, expertos internacionales.

Jonathan Veletanga. Quito
En el marco del evento ‘Nuevos avances en dolor mixto’, organizado en Quito por Procter & Gamble Ecuador (P&G Ecuador), EDICIÓN MÉDICA ha conversado con Mariano Fernández, director del Instituto de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Barcelona, y Carlos Alberto Calderón, miembro de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, sobre cómo los profesionales de salud pueden mejorar el tratamiento del dolor en sus pacientes.
 
“Hasta ahora la interpretación de los dolores ha sido muy simplista, lo que nos ha llevado a que un porcentaje altísimo de pacientes no mejoren (alrededor del 80 por ciento), independientemente de la especialidad y del tratamiento que le demos. Por ello, debemos saber qué tenemos a la mano y, en estos casos, comprender el concepto de dolor mixto es fundamental para que ellos mejoren”, ha dicho Fernández.
 
El especialista ha explicado que el dolor mixto es la combinación de los dolores nociceptivo y neuropático, es decir, que puede presentarse en varias áreas con diferentes características y con características de dolor central (neuroplasticidad). Las manifestaciones de este tipo de dolor son muy peculiares (poco precisas). Uno de los dolores mixtos más comunes es el dolor lumbar.  
 
Hoy en día hay mucha evidencia científica que demuestra la existencia de los cuadros de dolor mixto, los cuales son cada vez más frecuentes en consulta. Por ello, Fernández ha sostenido que es fundamental que los profesionales de salud se informen e investiguen al respecto para que comprendan este concepto, ya que es el camino más adecuado para que sus pacientes mejoren.
 
“Uno de los avances más importantes en este campo es que se haya reconocido como tal al dolor mixto. Esto nos ha permitido discernir entre dolores clásicos y dolores mixtos, lo que es muy importante para establecer un buen diagnóstico y una propuesta terapéutica integral y más eficaz”, ha enfatizado.
 
A decir del galeno, el dolor mixto se trata diferente al dolor clásico, es decir, con una polifarmacia, soporte psicoterapéutico, terapias complementarias y conductuales, entre otras consideraciones específicas y precisas, que van de acuerdo a las características nociceptivas y neuropáticas.
 
“El dolor mixto es otra fisiopatología y hay que tratarla como tal. Es la única forma para tener éxito con la terapéutica”, ha subrayado.
 
Potenciar el tratamiento contra el dolor lumbar
 
Carlos Alberto Calderón ha señalado que en su último estudio sobre el dolor (revisión sistemática y metaanálisis) se encontró un resultado clínicamente significativo: la combinación de las vitaminas del complejo B (B1, B6 y B12) con los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), particularmente al diclofenaco, aumenta la eficacia analgésica del tratamiento contra el dolor lumbar y reduce a la mitad el tiempo del tratamiento, ya que acelera el tiempo de recuperación.

“Esto significa que el paciente se rehabilita más rápido y se reintegra más fácilmente a sus actividades laborales. De esta manera se disminuye la carga de dolor de una de las patologías más incapacitantes del mundo, como lo es el dolor lumbar”, ha asegurado el investigador.
 
Para Calderón, esta combinación de diclofenaco con las vitaminas del complejo B también permite reducir los eventos gastrointestinales y mejorar el alivio del dolor, lo que se traduce en un aumento de satisfacción del paciente.
  
“Este hallazgo empieza a posicionar a las vitaminas B como un coadyuvante analgésico. Este concepto invita a los profesionales de salud a cambiar su mentalidad en cuanto a las vitaminas B, es decir, que no son solo un suplemento nutricional o un placebo, sino también funcionan como medicamentos a dosis altas, puesto que a ese nivel actúan sobre receptores y enzimas, y corrigen (funcionan) vías críticas de la fisiopatología del dolor”, ha asegurado el especialista.
 
Por esta razón, ha invitado a la comunidad médica a informarse sobre estos temas académicos, con el objetivo de que sus abordajes terapéuticos contra los dolores mixtos no sean “demasiado simplistas”.
 
“Existe evidencia de muy buena calidad que señala a las vitaminas B como coadyuvantes analgésicos en dolor lumbar agudo, que es uno de los principales dolores mixtos que presentan los pacientes. También hay evidencia promisoria en osteoartritis, dolor posoperatorio, etc. Todo lo que hay es bueno y muy alentador”, ha considerado el investigador. 
 
Por esta razón, “hay que creer en las vitaminas B como coadyuvantes analgésicos porque alivian el dolor por sus mecanismos analgésicos, adicionalmente, son indispensables para que el nervio funcione bien. Entonces hay que usarlas en cada paciente en el que nosotros consideramos que hay un síndrome de dolor mixto porque vamos a mejorar la eficacia del tratamiento y la seguridad de la intervención”, ha concluido.

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