SEIS PASOS DE BUCKMAN
Guía para dar una mala noticia en Salud
Los profesionales de la salud deben saber cómo y cuándo abordar al paciente.
Álvaro Quinche y Ana Ríos.
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Jonathan Veletanga. Quito
Álvaro Quinche, egresado del posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria de la Universidad Nacional de Loja, ha conversado con REDACCIÓN MÉDICA sobre la importancia que tiene que los profesionales de la salud sepan
cómo y cuándo dar malas noticias a los pacientes, ya que estas pueden afectar su vida y estabilidad emocional.
“En muchos hospitales las malas noticias se manejan de una forma no tan acopladas a las necesidades del paciente. Por lo que se debería
protocolizar este tema”, ha comentado.
En base a esta realidad, Quinche junto a
Ana Ríos, directora del departamento de discapacidades del Distrito 11D03 Paltas de Salud, ha desarrollado una
guía para dar malas noticias en salud, la cual está basada en los
seis pasos de Buckman y que se puede aplicar en 30 minutos como máximo. Este protocolo cuenta con pautas concisas para que el profesional sanitario puede abordar al paciente de la manera más adecuada y sobre todo que la pueda adecuar a su trabajo diario.
“Abordar de manera adecuada al paciente hace que la persona
acepte mejor la mala noticia y sobre que mejore la adherencia al tratamiento. La enfermedad por más simple que sea, afecta profundamente al paciente y a su familia”, ha dicho.
Etapas para dar malas noticias
Quinche ha comentado que en primer lugar se debe
preparar o determinar el momento más adecuado para dar la mala notica. Luego se debe realizar una
pequeña evaluación del estado emocional del paciente y de cuánto conoce sobre su enfermedad. Después el médico debe
abordar de una manera suave y tranquila al paciente. Sin embargo, en este punto es importante
“encontrar lo que la persona quiere saber” con el fin de entender cuanta información es capaz de asimilar en cada consulta.
“En esta instancia también es
importante indicar al paciente de manera suave y clara todo acerca de su enfermedad, complicaciones, pronóstico, perspectiva, tratamiento y manejo a corto y largo plazo”, ha añadido el médico.
Para Quinche, después de esta etapa es fundamental la
“escucha activa” con el objetivo de comprender cómo se encuentra el paciente y responder a sus sentimientos de forma correcta.
Por otro lado, según lo indicado la última etapa es la “planificación y seguimiento del proceso”, el cual debe ser consensuado tanto por el profesional de la salud y el paciente. En esta fase el sanitario debe
“dejar claro” al paciente que siempre tendrá disposición para ayudarlo. “El profesional debe
estar continuamente atento a los problemas o preocupaciones del enfermo, y también movilizar todas las fuentes de apoyo familiar o social que sean necesarias en cada momento”, ha señalado el galeno.
Confianza
Quinche ha señalado que
la confianza es lo “más importante” para comunicar malas noticias. Por lo que su recomendación es siempre ir acompañado por un profesional de la salud que tenga mayor confianza con el paciente.