TERCERA ENTREGA DE LA SERIE
La posición del MSP frente al uso de la hidroxicloroquina pone en riesgo al paciente con CoVID19
El fármaco ha sido prohibido en algunos países y fomentado en otros. En Ecuador el MSP ha emitido dos notificaciones.
El fármaco ha sido prohibido en algunos países.
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Cristina Coello. Quito
Tras una consulta de EDICIÓN MÉDICA, el comité de especialistas de la
Plataforma de Educación Médica Excellencis, ha llegado a una posición acordada en la cual ha dejado claro que el uso de hidroxicloroquina (HCQ), en el contexto de la pandemia por Covid19, solo deberá ser utilizada dentro de un
ensayo clínico.
El fármaco
ha sido prohibido en algunos países y fomentado en otros. Lo cierto es que esta división ha afectado particularmente al Ecuador ya que la autoridad sanitaria ha emitido dos comunicados, con posiciones disímiles respecto a él.
Las decisiones del Ministerio de Salud Pública (MSP), “expresadas en comunicados confusos, no hacen otra cosa que
poner en riesgo la salud de miles de pacientes con sospecha o confirmación de CoVID19, agravando aún más la situación”, ha considerado el comité de la plataforma.
Así pues, Excellencis ha dejado claro a los profesionales de la salud que “la única manera de construir recomendaciones clínicas sólidas relacionadas con la eficacia de una intervención es
a partir de ensayos clínicos controlados”.
También ha recalcado que, por el momento, “se impone la paciencia hasta contar con los resultados de los
dos ensayos clínicos principales que contienen HCQ como intervención (Solidarity de la Organización Mundial de la Salud-OMS y Recovery del Reino Unido), entre otros en marcha.
Hace unos días
la OMS suspendió el brazo de HCQ en el estudio Solidarity pero fue retomado luego de que su comité de seguridad realizó una evaluación.
La plataforma ecuatoriana de educación médica ha recordado que los principios fundamentales de la práctica médica “implican primero no hacer daño y
en caso de dudas, abstenerse del tratamiento. Por tanto, estos principios deben prevalecer sobre cualquier otra intención, más aún estos momentos”.
También ha aclarado que “no tener acceso a un medicamento sobre el cual todavía no se conoce su eficacia, no significa que los profesionales de la salud y el sistema en su conjunto se quedan sin opciones de tratamiento”.
“El buen diagnóstico, la cuarentena oportuna, el alivio sintomático, el acompañamiento e información al paciente y su familia, y los cuidados paliativos
son intervenciones probadas y seguras que reivindican el quehacer clínico diario. En consecuencia, nos oponemos tajantemente a reducir la práctica clínica a la sola disponibilidad, o no, de un medicamento sin pruebas de su eficacia y dudas sobre su seguridad en el contexto CoVID-19”, finaliza el pronunciamiento del grupo de especialistas.