PREVENCIÓN DE DIABETES
Hiperglucemia en niños debe ser tratada como emergencia
Un diagnóstico oportuno evitará complicaciones futuras
Paúl Benítez, endocrinólogo del Pediatric and Child Health Children Hospital, Australia.
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Diego Mosquera. Quito
“La hiperglucemia en un niño debe ser tratada como diabetes tipo 1 hasta que se demuestre lo contrario y atendida como una emergencia por los médicos en los servicios de Salud derivándola de inmediato a un especialista”, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA, Paúl Benítez, endocrinólogo del Pediatric and Child Health Children Hospital en Australia.
En el marco de su conferencia realizada a profesionales del Hospital de Niños Baca Ortiz, Benítez ha enfatizado que los infantes no deberían ser diagnosticados con un reto de glucosa de 75 gramos como en los adultos, sino que el análisis debe ser realizado con hiperglucemia incidental.
“El diagnóstico debe ser realizado a tiempo porque el riesgo de muerte por una cetoacidosis es mucho más alto cuando no se detecta de una manera oportuna, es importante saber los síntomas de poliurea, polidipsia y polifagia para tener una alarma en un paciente”, ha manifestado.
Según el experto se ha demostrado que nivel mundial los tratamientos intensivos con insulina apropiada (análogas basales y ultrarápidas) son extremadamente efectivos ante las insulinas que no son análogas.
“El ahorro económico a largo plazo es de más o menos un 80 por ciento anual si lo vemos a una escala nacional, ya que si nos fijamos en la estadística este presupuesto es en su mayoría dedicado a complicaciones de diabetes y solo una parte al cuidado primario”, ha explicado.
Según datos de la Encuesta de Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut-ECU 2011-2013), Ecuador registra un 8,6 por ciento de niños menores de cinco años con exceso de peso, mientras que en las edades entre 5 y 11 años, este índice se triplica, llegando al 29,9 por ciento y en el caso de los adolescentes, hasta el 26 por ciento.
Diagnóstico y tratamiento
Sobre la incidencia de casos en el país, Benítez ha expresado que aún falta mucho por hacer respecto a tener cifras reales en el Ecuador.
“Por este motivo es necesario que el diagnóstico se realice en todos los niveles de atención, tomando en cuenta cualquier indicio de presencia de la enfermedad, la gente no conoce que esto debe ser tratado como emergencia, lo ideal debe ser tratado por un equipo multidisciplinario”, ha añadido.
Además el experto ha sugerido que los niños deben ser controlados cada 3 meses por un endocrinólogo o un pediatra capacitado.
Diabetes juvenil
En el caso de la diabetes juvenil, Benítez ha sido enfático en señalar que durante la etapa de la pubertad se presenta una “cierta resistencia” a la insulina debido a que fisiológicamente el cuerpo necesita derivar energía no solamente para el consumo cotidiano sino también para el crecimiento de tejidos.
“Si el joven tiene diabetes y es atendido pobremente desarrollará fallas de crecimiento, esto complica el tratamiento, un niño prepuber necesita mínimo de 0,5 unidades insulina por kilo al día, mientras que un adolescente en pleno desarrollo necesitará de 1,5 a 2 unidades por kilo al día, casi se cuatriplica su necesidad”, ha expresado.
Estadísticas han mostrado que durante este periodo de la vida de un paciente con diabetes las complicaciones se aceleran, aunque no son tan severas, el proceso patológico ya ha iniciado.
“Tratar a tiempo esta enfermedad sin duda tendrá un efecto en toda la sociedad, ya que se evitarán complicaciones en el los adultos y habrá una notable disminución de gastos en estas patologías en el futuro” ha concluido Benítez.