Edición Médica

Procedimiento quirúrgico para tratar la hiperplasia benigna prostática.

Redacción. Quito
Con la adquisición de fibra de ondas de láser Holmium por un monto de 124.000 dólares, el Hospital Vicente Corral Moscoso (HVCM) de Cuenca ha implementado una nueva técnica quirúrgica para tratar la hiperplasia benigna prostática, mediante apoyo tecnológico.
 
Se trata de la enucleación (extracción) prostática con láser de Holmium (HoLEP). Hasta el momento se han realizado 5 cirugías con este nuevo procedimiento, el cual tiene varias ventajas.
 
Es una cirugía mínimamente invasiva, el tiempo de hospitalización es de un día y retorna a su hogar sin sonda. Además, el sangrado es nulo, por lo que no se utilizan unidades de sangre, no se produce el efecto secundario de la disfunción eréctil o impotencia sexual, que es lo que muchos temen, tampoco existe incontinencia urinaria al realizar esta técnica, ha informado la casa de salud.
 
José Fajardo, urólogo del HVCM, ha explicado que mediante el láser Holmium se extrae toda la próstata y el paciente no tiene que volver a operarse, lo que no sucede con la cirugía abierta o la resección transuretral que, con los años se vuelve a intervenir porque queda una próstata residual de hasta un 25 por ciento, aproximadamente.
 
“Otra de las ventajas que esta técnica es que no hay límite en el tamaño, se puede extraer una próstata de cualquier volumen”. Esto no se podía realizar con la resección transuretral, ya que mediante endoscopía se podía extraer únicamente próstatas de hasta 60 gramos y las más grandes mediante cirugía abierta, ha agregado.
 
La hiperplasia prostática o agrandamiento de la próstata se presenta en un 50 por ciento en hombres de 60 años y en un 90 por ciento de hombres de 80 años, que tienen que ser intervenidos para resolver su patología.
 
“Yo tenía mal mi próstata y gracias a Dios acudí al hospital y me hicieron la cirugía con una nueva técnica. Yo agradezco a Dios, a los doctores y al hospital que me han brindado una atención sin ningún costo”, ha expresado Ángel Quichimbo, uno de los pacientes beneficiarios.

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