Edición Médica

El niño tuvo una rara malformación congénita.

Redacción. Quito
En el Hospital Vicente Corral Moscoso de Cuenca se ha realizado por primera vez una cirugía de derivación portosistémica a un niño de dos años, con lo cual se le ha brindado una nueva oportunidad de vida.
 
Este procedimiento es un tratamiento quirúrgico para crear nuevas conexiones entre dos vasos sanguíneos en el abdomen, ha informado.
 
Luis Marcano, cirujano cardiovascular, ha explicado que el niño proveniente de Macas, llegó vomitando sangre en gran cantidad y anémico, se encontraron muchas várices en el esófago que no fue posible resolver con endoscopía y ligadura, al encontrar una malformación congénita.
 
El paciente no tiene bazo, ni la vena que conduce al él (agenesia de bazo, vena porta y vena esplénica) y hacia el hígado, de manera que la presión de las venas dentro de su abdomen subía por el estómago y se produce las várices en el esófago.
 
Es un caso raro que en la literatura no se ha encontrado algo similar, ha precisado el galeno.
 
Por estas malformaciones se ha realizado la cirugía denominada derivación portosistémica, una conexión desde las venas del intestino (mesentérica) a la vena cava, que es la vena grande que transporta la sangre de otras partes del cuerpo al corazón.
 
El niño ingresó al hospital el 6 de junio y salió con el alta el 9 de julio. Ahora, el equipo médico realizará el seguimiento y control oportuno de su recuperación con las especialidades correspondientes.
 
El tratamiento ha sido “exitoso” gracias a la intervención de un equipo pediátrico multidisciplinario que cubre las especialidades de gastroenterología, nutrición, cirugía, anestesiología, unidad de cuidados intensivos, banco de sangre, imagenología, entre otros.
 
“Mi hijo tenía hemorragias internas, fue atendido por emergencia del Hospital de Macas y luego referido al Hospital Vicente Corral Moscoso, recibiendo una excelente atención. Yo pensé que mi niño iba a morir, pero después de todo este proceso veo a mi hijo recuperado como antes, come bien y juega”, ha manifestado Erlinda Chucay, madre de Emerson.

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