Jonathan Veletanga. Quito
La educación y la actualización online son recursos que venían ganando mucho terreno en los últimos años, pero en 2020, con la pandemia de COVID-19,
se potenciaron en todos los aspectos y ámbitos profesionales, y el sector Salud no fue la excepción.
“
El mundo tuvo que adaptarse a las nuevas medidas implementadas para la contención de la pandemia”. Por ello “tenemos que evolucionar, adaptarnos a la tecnología y a las nuevas herramientas que existen”, ha reconocido
Luigi Cedeño, médico especialista en prevención de riesgos laborales y tesorero del Colegio Médico Provincial del Guayas.
Por este motivo, la formación virtual, a través de webinars, congresos online, maestrías a distancia, etc., se han convertido en una oportunidad muy válida para prepararse desde cualquier parte del mundo y de manera más accesible.
Los médicos también han visto este recurso y lo están aprovechando mucho más en la actualidad, ha reconocido Cedeño, en diálogo con EDICIÓN MÉDICA.
Por ejemplo, a lo largo de estos años el gremio ha implementado la modalidad virtual en sus eventos de actualización médica, con la finalidad de
proporcionar un “fácil acceso” a los profesionales de la salud, así como a los estudiantes de Medicina.
Ante la necesidad de preparación, “buscamos una
manera de no romper los cuidados de distanciamiento social, pero garantizando una educación de calidad”, ha enfatizado el galeno.
En este sentido, Cedeño ha considerado que la comunidad médica debe explotar mucho más la formación online, ya que la tendencia va para allá. Hoy por hoy,
es necesario adentrarse en este ámbito (formación online) que no estábamos acostumbramos a manejar, pero que trae múltiples beneficios: mismo impacto académico que los presenciales, asistencias desde cualquier parte del mundo, se emplea el tiempo libre que se disponga, acceso desde diversas plataformas, abaratar costos, no hay límite de cupos, entre otros.
“La pandemia nos obliga a incorporar los recursos tecnológicos en todos los aspectos de la vida diaria, pero
hay que saber utilizarlos adecuadamente. No están descartadas las actividades presenciales, pero hoy en día la tendencia es caminar hacia las actividades online. El aprendizaje está basado en la persona que recibe el curso o congreso, es decir, si la persona está dispuesta a aprender, lo va hacer de manera presencial u online”, ha dicho.
Justamente para no caer en estafas o en recursos que no sean de calidad, el galeno ha sugerido analizar el
nivel de confianza y el componente académico que otorgan las instituciones que avalan los cursos, talleres, webinars, etc.
“Meses atrás firmamos un convenio con
Editorial Océano, que tiene cursos de formación online para diferentes necesidades y perfiles de los profesionales de la salud. Lo hicimos porque estamos hablando de una empresa muy seria. Así se nos han acercado un sin número de empresas, que nos han ofertado varias promociones y un montón de cosas para nuestros afiliados, pero que no tienen un peso y una seriedad académica como la que tiene Océano. Hay muchas empresas e instituciones educativas reconocidas en el país, en las cuales se puede confiar”, ha enfatizado.
En este contexto, ha recomendado
vetar por completo las propuestas que no tienen un respaldo académico adecuado. “Hay que tener mucho cuidado de esas empresas que a veces ofertan avales internacionales, de universidades latinoamericanas, entre otras, por un periodo muy corto de formación y por un precio muy pequeño”, ha insistido.