Edición Médica

Paola Escobar, coordinadora de las brigadas médicas del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

Jonathan Veletanga. Quito
Paola Escobar, coordinadora de las brigadas médicas del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG), explicó a REDACCIÓN MÉDICA que tras el terremoto la institución ha realizado intervenciones terapéuticas en beneficio de los damnificados, brigadistas y profesionales de la salud que atendiendo en Manabí.

Según ha dicho se brindó atención médica, psiquiátrica y psicológica por 26 días de continuos en 12 de los 24 cantones de la provincia de Manabí, tanto a damnificados en albergues y refugios como al personal de salud y militares, que estaban a cargo de atender las emergencias.

“Estuvimos en Bolívar, Chone, Jama, Jaramijó, Manta, Montecristi, Portoviejo, Rocafuerte, Sucre, Tosagua, San Vicente y 24 de Mayo”, ha detallado.

Para Escobar las terapias individuales y grupales que se realizaron, lograron apaciguar y disminuir el miedo, la angustia, además de los trastornos del sueño, para que en un futuro no se conviertan en patologías mentales.

De acuerdo a lo informado, en total 4.388 personas fueron beneficiadas de atención médica, intervención psicológica, ayuda terapéutica y donaciones, que fueron brindadas por el equipo multidisciplinario del Instituto de Neurociencias.

La coordinadora ha explicado que el equipo del Instituto de Neurociencias estuvo conformado por 52 voluntarios, de los cuales 32 de la institución entre psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas, logoterapeutas, enfermeras, así como otros profesionales y especialistas.

“Nuestro trabajo voluntario fue muy efectivo gracias al apoyo de las autoridades del Instituto, de la Junta y las familias que nos acogieron”, ha expresado Escobar, quien aseguró que en los próximos meses harán seguimiento para constatar el estado de los pacientes que se atendieron y de aquellos que aún necesitan atención.

En este contexto la especialista manifestó que “con el pasar del tiempo van a salir otras personas con necesidades en cuanto a salud mental, por lo que es fundamental continuar con las ayudas y sobre todo con las capacitaciones al personal de salud que se encuentra en las zonas afectadas para que puedan brindar una atención continua y oportuna”.

Además aclaró que en la zona del desastre también se debe educar a la población para asegurar condiciones de salubridad y así evitar contagios de diversas enfermedades infectocontagiosas.

“Todo los profesionales de la salud tenemos que trabajar en formación y educación de la salud, así no sea esa nuestra especialidad. Todos estos ejes deben ser prioridad para evitar que se sumen más problemas a esta situación tan negativa”, concluyó Escobar. 

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