Investigación determina los medicamentos más eficaces contra el mal de altura
Una revisión sistemática realizada en Ecuador nos da las recomendaciones para este problema
Ingrid Arévalo, docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTE.
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Diego Mosquera. Quito
Ingrid Arévalo, docente invitada de la Universidad Tecnológica Equinoccial y miembro de Cochcrane (Red internacional independiente de investigadores, profesionales, pacientes, cuidadores y personas interesadas por la salud), ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA, que
luego de una revisión sistemática se han determinado cuales son los medicamentos más seguros y eficaces para tratar el mal de altura.
Estas revisiones
sirven como guías mundiales para que tomadores de decisiones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) las tomen en cuenta al momento de recomendar procesos a distintos países.
El mal de altura (también conocido como el mal de montaña agudo) es el nombre dado a
las reacciones fisiológicas del cuerpo humano (respuesta), que se producen como consecuencia de la exposición a la
baja presión de oxígeno que existe a gran altitud.
Según Arévalo, en este análisis también han participado un equipo de médicos intensivistas, internistas y otros profesionales de la Salud,
en la cual se investigó los medicamentos más recomendados para esta condición.
“
Hay 6 grupos de medicamentos eficaces que se encontraron en esta primera parte del estudio como: inhibidores de la anhidrasa carbónica (acetazolamida, metazolamida); esteroides (prednisolona y betametasona) broncodilatadores (salmeterol, poxilina y montelukast); inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (sildenafil) moduladores del calcio (nifedipina y flunarizina) y medicamentos no esteroides antinflamatorios (aspirina, carbamato e ibuprofeno)", ha manifestado.
Arévalo ha sostenido que este mal puede afectar principalmente a personas que viajan a lugares con alturas sobre los 2.500 metros y
tienen condiciones como problemas de hipertensión, sobrepeso y cardiovasculares.
“Todos los individuos que suben en un día a alturas sobre los 3.000 metros tienen posibilidades de
sufrir el mal de altura, como los andinistas”, ha sostenido.
Complicaciones
Entre los síntomas más graves que se pueden presentar en una persona que sufre de esta condición están: dolor de cabeza intenso y grave, que no desaparece con analgésicos corrientes,
vómitos, náuseas marcadas, mareos, descoordinación, alteraciones visuales, presión en el pecho, respiración y pulso rápidos
, sensación de dificultad respiratoria, hinchazón o edema, generalmente alrededor de los ojos y, en algunos casos, en tobillos y manos, disminución de la cantidad de orina, confusión, desorientación,
cambios psicológicos (indiferencia, pérdida del sentido del peligro, etc.) y convulsiones.
La investigación
Arévalo ha explicado que para esta revisión
se encontraron 64 estudios con 4.547 participantes y la mayor parte de ellos eran personas que constantemente están subiendo a grandes alturas; como en Chile, India, Estados Unidos, Nepal y Ecuador.
Las recomendaciones
La investigadora ha señalado que los médicos pueden advertir a sus pacientes antes de viajar a lugares que tengan grandes alturas y recomendar, luego de un análisis de su propia condición,
cuál de estos medicamentos los podría ayudar a no sufrir de mal de altura.