Investigador ecuatoriano estudia cómo mejorar el tratamiento y sobrevida del cáncer gástrico
Su investigación puede abrir nuevas posibilidades para que el tratamiento del cáncer sea más preciso y menos invasivo
Sebastián Rivera, investigador de la UISEK.
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Redacción. Quito
El ecuatoriano Sebastián Rivera, se incorpora en menos de un mes de la carrera de Biotecnología en la Universidad Internacional SEK (UISEK), ha realizado dos investigaciones sobre el cáncer gástrico, cuyos resultados han sido catalogados como “prometedores” para potenciar el tratamiento y mejorar la sobrevida de los pacientes.
Según medios locales, Rivera lleva más de un año en estos estudios junto a otros analistas y expertos en inteligencia artificial.
El primer estudio está enfocado “
en tipos de cáncer, que son epigenéticos, es decir, que no solo se trata de una malformación en el genoma del paciente sino en los factores que regula esos sistemas. Y esto deriva a las terapias personalizadas”.
“Luego de algunas pruebas de isotipos, por cada persona, podemos encontrar cuáles son los fármacos que nos puede servir mejor para esa persona y cuáles otros no”, ha explicado el investigador, en declaraciones para medios locales.
El segundo estudio es sobre medicina personalizada para determinar
fármacos que pueden responder de mejor manera a los tratamientos o reducción de tumores para alargar la vida de los pacientes. Para esto se busca aplicar tratamientos de factores epigenéticos, genéticos propios de cada paciente. “Todas las investigaciones tienen que ver con la medicina personalizada. Conocemos nuestro genotipo, información genética y mediante todo este proceso podemos proporcionar los fármacos para que haya mejorías en el tratamiento del cáncer”, ha señalado Rivera.
“Se les llama fármacos epigenéticos que van exclusivamente para la epigenética. Suelen ser en pastillas, intravenosos, depende mucho de qué tipo de fármaco y fase del paciente y dónde está localizado el tumor. Existen miles de fármacos que están pasando las tres fases clínicas, sin embargo, desde el 2004 tenemos el primer fármaco epigenético aprobado que se llama la azacitidina”, ha mencionado.
A su criterio, estos aspectos tienen relación con la
inteligencia artificial. “Podemos tener predicciones más acercadas a la realidad porque antes para tener un fármaco debíamos pasar por varias fases clínicas y pruebas y gastar muchos recursos, entonces con estos estudios se tiene una terapia más manejable y evitar el derroche innecesario de recursos y de tiempo”, ha dicho.
Rivera ha iniciado con el cáncer gástrico porque está ligado a la desnutrición y a infecciones. En este contexto, está convencido que mediante la medicina personalizada se puede reprimir a ese cáncer.
En los estudios se ha analizado 275.634 variantes genómicas en 60 genes impulsores del cáncer, de muestras provenientes de 730.947 secuencias del exoma y 76.215 secuencias del genoma completo. Se han identificado 13.542 variantes oncogénicas, así cómo estas alteraciones genéticas pueden influir en la eficacia de los tratamientos en diferentes grupos étnicos.
Su investigación puede abrir nuevas posibilidades para que el tratamiento del cáncer sea más preciso y menos invasivo, ha considerado.