SEGÚN ESTUDIOS RECIENTES
La combinación de medicamentos es 'ideal' para un tratamiento temprano e intensivo de la diabetes
En pacientes con un diagnóstico se obtiene menos falla al tratamiento
Viernes, 10 de diciembre de 2021, a las 09:16
Rodolfo J. Galindo, médico internista y endocrinólogo.
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Jonathan Veletanga. Quito
En Ecuador la prevalencia de Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) es del
8.5 por ciento en adultos de entre 20 y 79 años, según datos del Ministerio de Salud Pública. Sin embargo, esta cifra pudo haber aumentado, como uno de los impactos indirectos de la pandemia de COVID-19. Ante este panorama, es importante que los pacientes y médicos accedan a herramientas que permitan controlar y manejar de mejor manera esta enfermedad crónica no transmisible.
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Estamos enfrentando números de prevalencia de DM2 de niveles pandémicos. Por ejemplo, en Estados Unidos el 10 por ciento de la población tiene diabetes y aproximadamente el 90 por ciento de estas personas tienen diabetes tipo 2, pero lo más preocupante es que la mayoría de ellas no lo saben. En Ecuador la prevalencia es de alrededor del 8 por ciento y también hay un gran número de pacientes que no tienen conocimiento de que sufren la enfermedad… Algunas provincias tienen una tasa de prevalencia más alta que otras”, ha dicho
Rodolfo J. Galindo, médico internista y endocrinólogo, en conversación con EDICIÓN MÉDICA.
Para Galindo, quien también es profesor investigador del Centro de Investigación de Diabetes de la Universidad Emory (Atlanta), la DM2 es una enfermedad multifactorial, por lo que debe ser manejada con un
tratamiento integral y a largo plazo, que aborde diversos aspectos de la vida del paciente y factores de riesgo.
Actualmente “hay muchos medicamentos que pueden ayudar a controlar (la enfermedad), pero aún así es muy difícil de controlarla si el paciente no hace cambios en el estilo de vida, la dieta, etc. Las medicinas no son mágicas,
el pilar del tratamiento siempre es un cambio en el estilo de vida”, ha enfatizado.
Sin embargo, dado que establecer cambios duraderos en el estilo de vida es un gran reto para la mayoría de las personas, hoy por hoy existen
doce clases de medicamentos para el tratamiento de la DM2, que ayudan a los médicos tratantes a contralar de mejor manera la enfermedad.
“A lo largo de muchos años se han ido desarrollando
diferentes medicamentos que tratan diferente defectos fisiopatológico del organismo”. No obstante, por años las guías terapéuticas han abogado a esperar que la enfermedad esté presente y de hecho descontrolada, para dar un tratamiento basado en metas de control, ha explicado.
Actualmente existen múltiples estudios que demuestran que el tratamiento de la DM2
debe ser más intensivo al inicio de la enfermedad, que es el momento donde se puede evitar su progreso y prevenir muchas de sus complicaciones. “Lo ideal sería un abordaje temprano, bastante intensivo y con múltiples fármacos que ataquen varios aspectos, no uno solo, de manera que se pueda retrasar el avance de la enfermedad”, ha dicho Galindo.
“Si empezamos tempranamente con el tratamiento intensivo,
por supuesto que hay más beneficios”, ha enfatizado.
En este sentido, el galeno ha señalado que existen
cuatro combinaciones de medicamentos que permiten un mejor manejo de los pacientes con DM2. Una de estas ha sido presentada recientemente en el Ecuador, se trata de la combinación de metformina con vildagliptina (inhibidores de DPP-4).
“Metformina es una de las drogas más antiguas que se usa para el tratamiento de la diabetes y se ha recomendado como primera opción en todos los pacientes, mientras que vildagliptina no es una medicación nueva, lleva muchísimos años en el mercado…
Entonces no es una de las combinaciones más caras y lo novedoso es que la combinación se empezó a utilizar en pacientes con enfermedad temprana, logrando beneficios tremendos”, ha asegurado.
Según ha señalado, el
estudio internacional Verify ha demostrado que si se utiliza tempranamente esta combinación en pacientes con un diagnóstico reciente (enfermedad corta) se obtiene menos falla al tratamiento (pérdida del control a la diabetes), además de múltiples beneficios a largo plazo como control glucémico, mejor funcionamiento pancreático y mejoramiento de otros marcadores.
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Por años hemos sabido que el tratamiento combinado es la manera de hacerlo, solo que no teníamos buenos estudios… La Ciencia demora y cuando la tienes cambias tu manera de practicar”, ha reflexionado.
Según ha indicado, en este estudio participaron
pacientes de entre 18 a 70 años, todos con menos de 2 años de diagnóstico y con pocas semanas de tratamiento. Los participantes han tolerado muy bien la combinación y no han presentado efectos secundarios graves.
Por lo tanto, es una
combinación “bastante segura” que no está asociada a una tasa alta de hipoglicemia. Esta puede ayudar muchísimo a la práctica clínica de los médicos, ha destacado el investigador.
Galindo ha sugerido a los médicos ecuatorianos dar un tratamiento temprano, con esta combinación,
a los pacientes que tienen mayor riesgo, es decir, con antecedentes familiares, predisposición genética, exceso de peso, etc. Pero no solo eso, en estos pacientes también se debe promover un cambio en el estilo de vida y alimentación.
Asimismo, ha recomendado cambiar de medicamentos cuando no se están obteniendo las metas deseadas, con la finalidad de
evitar “la inercia terapéutica”, especialmente cuando se utilizan una terapia escalonada. Ha recordado que el inicio de la enfermedad es el periodo donde se pueden lograr mayores cambios y, por ende, prevenir más complicaciones.