Edición Médica

Fernando Avendaño, docente investigador de la Universidad Nacional de Rosario.

Jonathan Veletanga. Quito
Fernando Avendaño, docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) de Argentina, ha indicado a REDACCIÓN MÉDICA que la educación médica actualmente necesita un diseño curricular flexible, que permita tener un núcleo básico (identificado) de contenidos que todo profesional de la salud deben conocer y al que se le puede ir aumentando materias de acorde al contexto social.

“Las realidades latinoamericanas y la globalización muestran que, en este momento, la educación médica no puede tener un diseño curricular rígido, en el cual las asignaturas son independientes una de otra y en donde se tiene un ciclo de materias básicas, más un ciclo de materias clínicas y un ciclo de prácticas. Esto hace que desconozca la complejidad y desigualdad entre los problemas y el contexto”, ha dicho.

Según explicó, hay contenido que se ha convertido en decadente y que ya no puede estar en los actuales currículums de la formación en Salud, por lo que la flexibilidad curricular permite tener un cuerpo mínimo (currículo básico) necesario pero no suficiente para la formación del profesional de la salud y que además brinda la posibilidad transformar lo que se está ensenando en medida al contexto que va cambiando debido a enfermedades emergentes, a parámetros de salud, al conocimiento que se actualiza de manera vertiginosa, a problemas poblacionales, entre otros factores.

Currículum flexible

“De esta manera un currículum flexible permite trabajar en conocimientos dominantes y emergentes”, ha asegurado Avendaño. Además aclaró que un diseño curricular flexible no significa solo tener y ofrecer espacios curriculares fuera de los conocimientos fundamentales sino también es cuando se abordan las problemáticas de diferente manera como por ejemplo implementado distintas metodologías de enseñanza,

De acuerdo a su explicación, un diseño curricular es un conjunto de prácticas diversas por lo que cuando se piensa en un currículo flexible no solo debe considerar el plan de estudio sino también la organización, la normativa que tiene la universidad, el modo en el que es concebido el estudiante y la estrategia de enseñanza, la vinculación con la sociedad y la práctica.

“El currículum se debe ir cambiando cuando se identifican problemas en las procesos de enseñanza y aprendizaje, es decir, cuando se las estrategias y metodologías ya no son validad por cómo se viene desarrollan el contexto. En la medida que van apareciendo elementos emergentes y cambiando los factores determinantes de salud tenemos que ir flexibilizando el diseño curricular de la formación médica”, aseguró el investigador en el Primer Congreso Internacional de Innovación, Debate y Reflexión en Educación en Ciencias de la Salud que se desarrolla en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). 

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