RETOS Y COMPROMISOS
La enseñanza médica debe adoptar cambios en América Latina
La responsabilidad de la academia con la salud y el desarrollo social
Francisco Campos, Universidad Abierta del Sistema Único de Salud de Brasil.
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Jonathan Veletanga. Quito
Francisco Campos, secretario ejecutivo de la Universidad Abierta del Sistema Único de Salud de Brasil, ha indicado a REDACCIÓN MÉDICA que uno de los retos actuales que las universidades tienen en el área de la Medicina es que hagan educación permanente para todos los profesionales de la salud que están en el campo.
“Los médicos quedan descubiertos, toda la vida profesional, de alguien que les provea de información científica de buena calidad”, ha dicho.
Según ha explicado, actualmente para muchos profesionales de la salud, que se encuentran en su práctica diaria, la única educación permanente que reciben proviene de los laboratorios farmacéuticos que “por supuesto tienen una injerencia económica y propósito bien definido”.
En este contexto Campos ha comentado que la educación continua es una de las responsabilidades sociales compartidas que tienen las universidades en América Latina, la cual debería sumarse a la función tradicional de la academia que es formar a los profesionales de la salud con “mucha responsabilidad” tanto en pregrado, residencia, maestría o doctorado.
También ha sugerido que para mejorar la calidad de la educación médica en general y dentro de la responsabilidad social que tienen las academias, las universidades deberían poner a sus estudiantes en unidades médicas que no pertenezcan a las escuelas o facultades de Medicina sino que sean del municipio.
Este sistema brindaría no solo trae provecho a los alumnos sino además a la sociedad, por ejemplo un hospital con profesionales, docentes y estudiantes presta servicios de salud de mejor calidad. “Los hospitales docentes de a poco deben ir desapareciendo porque en muchos de los casos son solo demostrativos y no responden en beneficio de la sociedad”, ha dicho.
Por otro lado, un modelo de atención enfocado a la Salud Familiar también ayudaría a que los estudiantes vayan “con más ganas” a las unidades médicas periféricas y no se enfoquen, únicamente, en ser solo especialistas en ramas “elitistas”, señaló el secretario ejecutivo.
“Este modelo ha dado buenos resultados en Brasil porque se mostró al estudiante que la Medicina Familiar también puede ser el sustento de su vida y su familia. Este sistema, además, ayuda a que los médicos no vayan solo a hospitales sino también a los centros de salud”, ha aclarado Campos.
Para el especialista, es fundamental que la enseñanza médica en Latino América empiece adoptar cambios, ya que desde su experiencia, en la región la mayoría de universidades tienen un modelo de educación muy tradicional, es decir basada únicamente en los hospitales, o están muy privatizadas.
“Es hora de que la universidad responda a las responsabilidades sociales, se comprometa con los sistemas universales de salud y no ponga la salud como negocio”, sentenció Campos.