DÍA MUNDIAL DEL ADN
La genética puede determinar el origen de las enfermedades
Se necesita saber de dónde venimos, con quien estamos emparentados
Investigador, César Paz y Miño.
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Cristina Coello. Quito
Hay un tremendo desafío en política de salud pública y en el desarrollo científico- tecnológico” para aplicar los conocimientos de la genética y usarla en beneficio en la población ecuatoriana para entender cómo se da una enfermedad, cómo se comporta y cómo va a responder a un determinado tratamiento médico, ha mencionado el investigador César Paz y Miño.
En el marco de la celebración del Día Mundial del ADN, el genetista ha precisado a REDACCIÓN MÉDICA que “necesitamos saber de dónde venimos, con quien estamos emparentados y por qué tenemos enfermedades en mayor o menor porcentaje que otras poblaciones”.
Las técnicas permiten determinar el porcentaje de origen de los genes de una persona y “eso nos sirve para correlacionar la relación de enfermedades con el porcentaje de presentación de genes en una población determinada”, ha explicado Paz y Miño.
“Tenemos una asociación entre enfermedad y la genética. La respuesta es diferente de acuerdo a la carga genética. Se necesita mayor información (genética) para tratar una enfermedad”, ha insistido.
A decir del investigador, “todos tenemos la misma esencia pero en genética se ha visto algunas características que hacen la diferencia al responder a un fármaco, a quimioterapia, a enfermarse más de una cosa o de otra , eso hace que las poblaciones sean de alguna manera diferentes, la misma esencia pero con comportamientos diferentes, en diferente situación”.
Por ello, “nos interesa ir trazando un mapa genético” de los ecuatorianos. En términos generales “tenemos que la población afroecuatoriana tiene genes africanos en un 67 por ciento, 19 de europeo y 13 por ciento de nativo americano.
“Los mestizos tenemos genes afrodescendientes en solo un 2,7 por ciento, un 51 por ciento de genes europeos y 46 por ciento de nativo americano”, ha explicado el experto.
Pero estas proporciones van cambiando dependiendo de la población que se va estudiando. “En la población indígena cambian las proporciones pero siguen teniendo genes europeos y afrodescendiente. Todos tenemos de todo, solo que las variantes son diferentes” y eso “influye en el tipo de enfermedades que tenemos”, ha mencionado.
Por ejemplo, un gen que produce resistencia al HIV lo posee en un 26 por ciento la población europea y del norte del globo, mientras “la población ecuatoriana lo tiene en un 4 por ciento. La población de origen africano tiene menos del 1 por ciento de este gen de protección. Esto te hace más predispuesto a enfermase”, ha explicado Paz y Miño.