Edición Médica

Erika Serrano, oncóloga clínica.

Cristina Coello. Quito
El cáncer de pulmón es una de las neoplasias que más muertes provoca. Se considera una enfermedad compleja, pero en los últimos cinco años se ha visto importantes avances en su diagnóstico y tratamiento, ha comentado la oncóloga clínica, Erika Serrano.

Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS)  le atribuye al consumo de cigarrillo como el principal causante de la enfermedad, existe una cuarta parte de los casos diagnosticados que no tienen historial de tabaquismo y están relacionados a las condiciones ambientales y laborales, ha añadido Serrano en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.

En el Ecuador el cáncer de pulmón tiene una sobrevida del 12 por ciento, según el registro Nacional de Tumores de SOLCA Quito y se ubica en el octavo puesto entre los tumores más frecuentes tanto en hombres como en mujeres.

La plataforma Globocan ubica al cáncer de pulmón en el tercer puesto de mortalidad y hasta hace un par de años la sobrevida de los pacientes afectados “no llegaba a los 12 meses, con quimioterapia”, ha señalado la oncóloga.

No obstante, para hacerle frente a la enfermedad, ya han llegado al país opciones como las terapias dirigidas, que han supuesto un cambio de paradigma en el manejo del cáncer de pulmón y ofreciendo periodos de supervivencia más extensos, ha asegurado la especialista.

Estas terapias personalizadas requieren primero el estudio de las mutaciones genéticas que causan el tumor. Entre las alteraciones que el país puede solicitar su identificación son las EGFR, ALK y la PDL1+.

A los pacientes que manifiestan esas mutaciones les beneficiará terapias dirigidas como la inmunoterapia o el inhibidor de tirosina quinasa.

Pero Serrano ha aclarado que no todos los pacientes presentan solo esas alteraciones. “En algunos países se estudian de 20 a 35 genes, es decir que aquí no se detecta gran cantidad de mutaciones. Sin el testeo molecular los oncólogos no pueden ofrecer a los pacientes las terapias personalizadas”, ha asegurado Serrano.

Aumentan las tasas de supervivencia

Hasta hace relativamente poco, la única opción para los pacientes con cáncer de pulmón era la quimioterapia, pero los nuevos tratamientos y estrategias han aumentado las tasas de supervivencia en plazos que hace algunos años eran impensables, ha considerado Serrano.

Gracias a la investigación, se puede identificar las alteraciones moleculares que son tratadas mediante inhibidores específicos y se bloquea la enfermedad para controlarla durante más tiempo, ha insistido.

Otra estrategia terapéutica ha sido la inmunoterapia que ofrece resultados “muy significativos". Esto significa que, en cáncer de pulmón, donde al principio la mayoría de los pacientes no sobrevivía más allá de un año, ahora algunos superan los cinco o siete años cuando acceden a las nuevas terapias, se ha congratulado Serrano. 

La especialista ha resaltado que el beneficio de la inmunoterapia en pacientes con determinación PDL1+ es tan importante que incluso puede ser suspendido a los dos años de uso y mantener su eficacia, hasta que vuelva a reactivarse la enfermedad.

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