ACCIONES GUBERNAMENTALES
La pandemia profundizó el distanciamiento y poco respaldo estatal a los científicos ecuatorianos
Tras la pandemia, la academia seguramente regresará a sus trincheras
Viernes, 11 de septiembre de 2020, a las 14:02
Dámaris Intriago, Andrea Gómez, Enrique Terán y César Paz y Miño.
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Cristina Coello / Jonathan Veletanga. Quito
Aunque el ministro de Salud,
Juan Carlos Zevallos, ha resaltado por varias ocasiones, e incluso fuera del país, las estrategias del Gobierno para evitar la propagación de la CoVID19, varios científicos ecuatorianos han coincido en señalar que en estos meses se ha
profundizado el histórico distanciamiento que mantienen con la autoridad sanitaria y el Gobierno Nacional, pues poca acogida han tenido sus sugerencias y propuestas.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Andrea Gómez, Dámaris Intriago, Enrique Terán y César Paz y Miño, han manifestado que apoyar a la Ciencia ecuatoriana no está dentro de las prioridades del Gobierno, por lo que avizoran “
caminos distintos” y una próxima
fuga de cerebros, ante la falta de políticas estatales y hasta descortesía por parte de las autoridades.
La especialista en Medicina Molecular y docente de la Universidad SEK,
Dámaris Intriago, ha recordado que en medio de la pandemia un grupo de investigadores fue invitado al COE (Comité de Operaciones de Emergencia) Nacional, previo a la toma de decisiones (cambio de semáforo), sin embargo, no fueron escuchados y “
más bien se hizo lo contrario”.
Los investigadores “son personas que recolectan datos y hacen modelos, conocen mucho de la situación sanitaria y pueden dar sus opiniones desde su experticia. Pero no se los escucha e incluso se los quiere desprestigiar.
Se llegó a decir que sus posturas eran erróneas”, ha reclamado la especialista.
En este sentido,
Andrea Gómez, médica epidemióloga y salubrista, ha recalcado que en el país
existen muchos especialistas con una amplia experiencia en Salud Pública, Atención Primaria, Epidemiología, entre otras ramas, a quienes el Gobierno no los ha tomado en cuenta. “Han sido los
gobiernos locales (GADs) quienes nos han invitado y han considerado todos nuestros comentarios, pero lamentablemente el Gobierno Nacional no”, ha dicho.
“
En nuestro país las decisiones fueron a nivel político”, cuando tenían que haber sido técnico-científicas. De hecho durante toda la pandemia las vocerías han estado a cargo de personas que no tiene experticia o credenciales en Medicina, Salud Pública o Epidemiología (Ministra de Gobierno, Secretaria de Riesgos, Ecu911, etc.), por lo que no se han transmitido los mensajes correctos a la ciudadanía, ha considerado Gómez.
Sobre el accionar del ministro de Salud en Europa, Intriago y Gómez han calificado de contradictorias sus declaraciones, pues “oficialmente” se consideró controlada la epidemia y, sin embargo,
las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales siguen llenas y aún existe una alta demanda de camas hospitalarias.
“
Son cosas que no tienen que ver con la realidad del país y lo han advertido los epidemiólogos, quienes en su momento fueron desprestigiados”, ha reprochado Intriago.
Manejo de datos
Los investigadores han lamentado que el MSP no haya manejado adecuadamente la información. “
No han abierto los datos para que podamos analizarlos”, ha sostenido Gómez.
Por su parte,
Enrique Terán, docente investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) también ha sido crítico respecto a las constantes declaraciones del ministro Zevallos, quien insiste en un “
discurso infundamentado” de que el Ecuador es uno de los países que mejor ha manejado la pandemia, cuando en realidad posee una de las tasas de mortalidad más altas.
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP), hasta el 10 de septiembre se han registrado 10.749 fallecimientos por CoVID19: 6.971 confirmados y 3.778 probables. Sin embargo, de acuerdo a cifras del Observatorio Social del Ecuador, hasta el 7 de septiembre se han contabilizado
33.955 personas fallecidas en exceso respecto a los últimos tres años.
A Terán le parece “penoso que el ministro, amparado en que supuestamente va a buscar ayuda técnica, en realidad va para ver si los epidemiólogos españoles y alemanes pueden brindarle ayuda para entender los datos… Creo que está buscando que alguien externo, que desconoce la realidad ecuatoriana, le
otorgue algún aval a ese tipo de declaraciones e información equivocada que han venido manteniendo las autoridades”, ha sugerido.
“Los comunicadores y los investigadores podemos dar fe del
hermetismo del MSP en el manejo de datos. No hay en absoluto comunicación, no hay apertura. De esta manera es muy difícil poder hacer un análisis apropiado de la realidad. Pero eso no significa que no exista la capacidad técnica” para orientar adecuadamente, ha agregado Terán, a quien le preocupa que las autoridades anuncien “a viva voz” un supuesto control cuando todavía se busca llegar a la “famosa meseta de contagio”.
“Como ciudadano me preguntaría: ¿
A quién le debo creer, a la gente de las universidades que no tienen acceso a la información gubernamental o al ministro de salud? La consecuencia de esto es que muchos toman decisiones equivocadas y va a repercutir en un nuevo incremento de casos, una mal llamada nueva ola, pero en realidad seguimos reciclando la primera ola de contagios”, ha anticipado.
No hay incentivos para la ciencia
No cabe duda de que es difícil hacer Ciencia en el país por la falta de recursos, apoyo gubernamental y las trabas burocráticas que existen para la aprobación de los protocolos de investigación. A criterio de los científicos,
esta pandemia era un pretexto para trabajar de la mano y buscar alianzas, no obstante, lastimosamente se sigue priorizando la ayuda externa.
“Como nunca,
la mayoría de las universidades dejaron de lado sus intereses propios y se prepararon para trabajar juntos, crear grupos multidisciplinarios y apoyar a la autoridad. Pero no se consolidó un trabajo de red colaborativa”, ha lamentado Terán.
En Ecuador hay una capacidad intelectual muy buena y
varios grupos de investigación con potencial tecnológico para desarrollar estudios relacionados con la pandemia, sin embargo, el Estado no ha hecho mayor cosa para tomar en cuenta a estas personas, ha sostenido
César Paz y Miño, director del Centro de Investigación Genética y Genómica de la Universidad UTE.
Para Paz y Miño, hay un
“desentendimiento estatal” acerca de lo que necesitan los investigadores ecuatorianos para que puedan desarrollar sus investigaciones sobre la pandemia y con ello apoyar en la generación de políticas públicas.
“El Estado no se ha involucrado en decir esto necesito de investigación para resolver el problema de la pandemia.
No hay un protagonismo de las instancias de investigación, por ejemplo la Senescyt no ha dicho nada sobre investigación en CoVID19”. Mientras que el MSP se ha limitado a aprobar los temas de investigación que se les ha presentado, pero con “lentitud” a pesar de la necesidad pública, ha expresado el investigador de la UTE.
Durante toda la pandemia se han aprobado cerca de 30 protocolos de investigación sobre CoVID19 en el país.
A decir de Paz y Miño,
en este momento hay “un divorcio” entre las necesidades de los investigadores versus la prioridad de investigación del Estado. Muestra de esto es que los grupos científicos han generado aportes importantes para la toma de decisiones, pero nadie los ha considerado. Por ejemplo, desde la UTE se hizo un estudio sobre fármacos que podrían utilizarse para el tratamiento de la CoVID19, pero eso está estancado porque el Gobierno no lo ha tomado en cuenta.
“Se ha preferido hacer consultas y acuerdos con grupos del exterior para investigaciones nacionales cuando en el país tenemos investigadores que podrían resolver los problemas que necesita el Ecuador. Siempre hemos hecho la venia a la ciencia extranjera
despreciando el trabajo científico ecuatoriano, cuando hemos tenido un avance y una madurez cada vez mejor”, ha enfatizado Paz y Miño.
Frente a esta situación, Intriago, Gómez y Paz y Miño han advertido que
muchos de los becarios formados en el extranjero y que regresaron al Ecuador para aportar, “en este momento tienen la idea de salir nuevamente” porque a la gran mayoría no se les ha dado la oportunidad de apoyar las políticas públicas, tienen muchos problemas para sacar adelante sus proyectos o incluso están desempleados.
“No existe una política pública de inversión en ciencia y tecnología. En general
no le hemos dado prioridad a la ciencia, no solo en esta época de pandemia sino a lo largo de muchos años”, ha opinado la bióloga.
Mientras nuestros países
vecinos han logrado integrase a iniciativas internacionales de investigación aprovechando la pandemia, el Ecuador ni se interesó por el programa “Solidarity” de la Organización Mundial de la Salud, ha recordado Terán.
“Quizá lo máximo que hemos logrado es lo del remdesivir. Pero, aun así, sigue siendo un misterio si fue donación o compra. No se sabe absolutamente nada porque el MSP, en ese afán de acaparar la hegemonía, no ha permitido que la academia pueda colaborar y lograr traer al Ecuador
mayor cantidad de procesos investigativos, específicamente sobre CoVID19”, se ha lamentado Terán.
Manejo de muestras
Intriago se ha mostrado preocupada por el manejo de muestras biológicas que al parecer fueron transportadas a Alemania para ser analizadas. Se ha preguntado
¿Quién las está manejando, qué protocolos se usaron, ¿cuántas muestras se llevaron, los pacientes fueron informados?
Ella ha reclamado que mientras el ministro facilita el transporte de muestras, por otro lado, un grupo de
investigadores sigue realizando secuenciación genómica del virus SARS-CoV2 y el detalle de los estudios son permanentemente colgados en una base de datos abierta. “Han venido haciendo un trabajo arduo estos meses, pero también están batallando por la falta de apoyo” gubernamental.
“Creo que todavía
se fomenta esa mentalidad retrógrada de colonia, que necesitamos depender de otros para hacer cosas, cuando deberíamos invertir y generar políticas de inversión permanente en ciencia y tecnología”, ha insistido Intriago.
Desde esta perspectiva, esta serie de opiniones ha denotado
el aislamiento que existe entre el Gobierno Nacional, la autoridad sanitaria y la academia. Desde el inicio de la pandemia, la mayoría de sociedades científicas mostraron públicamente su disposición para apoyar en la toma de decisiones. A pesar de ello no se ha hecho visible un trabajo efectivo y coordinado, de manera que cada especialista y grupo de investigación hace lo que puede desde su propio ámbito.