Edición Médica

Mariel Paz y Miño, directora del Centro de Salud Mental de la USFQ.

Jonathan Veletanga. Quito
La pandemia de COVID-19 ha hecho reflexionar aún más sobre la importancia de tener una buena Salud Mental en nuestra vida, por eso en todo lugar de trabajo, en particular en las instituciones sanitarias, es necesario promover prácticas de cuidado personal.
 
“La pandemia ha sido bueno y mala. Buena porque de cierta forma ha visibilizado la salud mental sin tanto estigma, a pesar que todavía es un tema de estigmatización importante, pero de cierta forma ha permitido que las personas puedan pedir ayuda sin necesidad de esconderse o sentir miedo… Nos ayudó a sentir que todos estamos en el mismo barco”, ha expresado Mariel Paz y Miño, docente universitaria y directora del Centro de Salud Mental de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
 
Entonces, hay que aprovechar este momento y seguir dando oportunidades para que las personas puedan buscar y acceder a la ayuda necesaria. Lamentablemente, “todavía tenemos que caminar mucho en este sentido”, ha agregado.
 
Paz y Miño ha explicado que la Salud Mental es un componente biológico, psicológico y social importantísimo para tener buena salud, sin ello “no podemos tomar decisiones, no podemos tener relaciones saludables con las personas que queremos, etc.”. Por lo tanto, en toda práctica es fundamental el cuidado personal, no se diga en profesionales que están tratando de ayudar a otros, como los médicos, odontólogos, entre otros.
 
Los profesionales de la salud conocen sobre este aspecto, no obstante, la abrumadora carga laboral que han tenido en estos años de pandemia ha hecho que descuiden y olviden el cuidado de su salud mental.
 
Por ello, “queremos que las personas sepan, trabajen y se concienticen en lo importante que es estar pendientes de nosotros mismos para poder ayudar a los demás”, ha enfatizado.
 
En este contexto, ha invitado a los sanitarios a estar atentos a marcadores como perturbaciones de áreas, perturbaciones de funcionamiento a nivel de patrones de sueño, de alimentación, perturbaciones conductuales, etc. En estos casos hay que ofrecer a las personas la “posibilidad de ayudarse”.
 
Al respecto, ha precisado que esta atención debería darse dentro de las unidades sanitarias y en horas de trabajo, no en horas de almuerzo o descanso, ya que esto puede desalentar el buscar atención oportuna.
 
“El empleador, la empresa, el centro de salud tiene que brindar oportunidades para que sus trabajadores puedan acceder a esos espacios, generar grupos de apoyo… Si no lo hacemos, generamos riesgo de que la gente por querer cumplir con su trabajo o por querer estar al día con sus cosas, en realidad no ponga atención a su salud. Esto es lo peor que podríamos hacer a las personas que están teniendo algún problema de salud mental”, ha opinado.
 
Por este motivo, Paz y Miño ha insistido en la necesidad de hablar más sobre la importancia que tiene la salud mental y el cuidado personal, especialmente en personal sanitario. “Hablar más también hace que los profesionales tengan que capacitarse más”, ha dicho.
 
Justamente con este propósito, la Clínica de Salud Mental de la USFQ y el McLean Hospital (afiliado de Harvard University) organizaron el Congreso de Salud Mental 2022, donde expositores naciones e internacionales destacaron la importancia de la salud mental y su impacto en la sociedad.

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