Edición Médica

Byron Bustamante, docente investigador del Departamento de Psicología de la UTPL.

Jonathan Veletanga. Quito  
Ecuador está viviendo momentos de tensión e incertidumbre debido a la ola de violencia y las medidas gubernamentales que se están tomando para aplacarlas. Esta ya está afectando tanto la vida cotidiana de las personas como su salud mental.
 
“Lo más probable es que un porcentaje de la población sufra las peores consecuencias”, como aquellas personas más vulnerables, las que han tenido problemas de salud mental previos, las víctimas del terrorismo y los trabajadores de primera línea. Por este motivo, es fundamental empezar a cuidar la salud mental de las personas, ha destacado Byron Bustamante, docente investigador del Departamento de Psicología de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL)
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, ha explicado que a estas situaciones se conocen como “eventos vitales estresantes” porque tiene suficiente intensidad como para cambiar la vida cotidiana de una persona o una comunidad.
 
Este tipo de eventos se vuelven un reto para la estabilidad mental de las personas y “es lo que suele suceder cuando hay situaciones de inseguridad o terrorismo”, ha considerado.
 
Según ha detallado, estas situaciones se caracterizan por generar un miedo intenso, una sensación de incertidumbre, crear altos niveles de estrés y reducir las facultades mentales (memoria y razonamiento tienden a alterarse). Por lo general afectan directamente a los trabajadores de primeria línea, como profesionales de la salud, policías, militares, bomberos, periodistas, entre otros, así como a la ciudadanía en general. “De hecho esto ya lo vivimos con la COVID-19”.
 
Actualmente, es justo lo que está pasando al Sistema de Salud, dado que reciben información constante y, a pesar de la conmoción social, tienen que dar una respuesta. “A lo mejor los turnos de emergencia se trastocan porque pueden llegar más pacientes o puede haber cierto protocolo de reacción en ciertos hospitales”, pero no pueden parar. Por ello, se ha vuelto importante cuidar de su salud mental.
 
Si bien la pandemia nos enseñó a cuidar la salud mental durante las situaciones críticas, son pocos los que disponen de protocolos, servicios de salud metal y formación continua para prevención y crisis de los profesionales.
 
Por esta razón y para que el estrés no empiece a cronificarse es importante dar un sostenimiento y un mantenimiento a las personas que están actuando en primera línea, ha insistido Bustamante.
 
En este contexto, ha recomendado que además del resguardo físico a los profesionales de primera línea, es necesario intervenir a nivel de salud mental para que vuelven a tener un estado psicológico adecuado que les permita seguir ayudando, es decir, que “su estabilidad mental se vea contenida y acompañada”.
 
También ha recomendado fortalecer equipos de apoyo dentro las instituciones; realizar jornadas de desactivación emocional cuando se han dado situaciones demasiado estresantes (esto ayuda a evitar el estrés postraumático) y fomentar hábitos saludables en el entorno laboral; hacer ejercicio  
 
Además, ha sugerido informarse por fuentes oficiales ya que la sobreinformación o la información falsa puede generar comportamientos de pánico; reducir la exposición a situaciones estresantes (las personas deben tomar decisiones de autoprotección); tener momentos familiares que sirvan de apoyo emocional; conversar sobre las emociones que sentimos (decirlas es saludable); mantener cierta rutina (esto ayuda a reducir la ansiedad).

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