Edición Médica

Juan Gea Banacloche, Mayo Clinic.

Cristina Coello. Quito
Juan Gea Banacloche, especialista en enfermedades infecciosas de Clínica Mayo, Estados Unidos, ha sido enfático en señalar que “lo prudente es continuar todas las medidas” de bioseguridad aunque ya se administre la vacuna contra la CoVID19.
 
En diálogo con EDICIÓN MÉDICA, Gea Banacloche ha recordado que los estudios científicos efectuados para el desarrollo de las vacunas de Pfizer y Moderna específicamente, se midió la prevención de la enfermedad sintomática, más no la transmisión. Razón por la cual ha sido cauteloso en considerar el relajamiento de las medidas de bioseguridad.
 
“Durante los estudios experimentales, las personas que participaron continuaron aplicando las medidas de bioseguridad (higiene de manos, mascarilla, distanciamiento). Sabemos que con las vacunas se previene la enfermedad sintomática, pero no sabemos de forma segura hasta qué punto se previene la enfermedad asintomática y la transmisión”, ha asegurado.
 
Y en ese sentido, ha recalcado que al controlar la pandemia ya no hará falta esas precauciones, “pero no sabemos cuándo será eso.  La única región que controló el coronavirus ha sido Wuhan, en China”.
 
No obstante, ha aclarado que allí se aplicaron medidas epidemiológicas “draconianas, que en las sociedades occidentales no son aceptables, porque vulneran los derechos de las personas. Pero… claramente fue un sistema muy eficaz” de controlar una epidemia, ha admitido. Por ello, ha insistido en que “la gente debe tener claro que esta lucha es a largo plazo”.
 
El uso de diferentes vacunas en el año
 
En vista de que se augura la necesidad de usar una vacuna en más de una ocasión al año, Gea Banacloche ha considerado que “en principio no tienen por qué pasar nada” si una persona usa distintos tipos de inmunización de la CoVID19. Lo importante es “completar la serie con esa vacuna, porque eso es lo que sabemos que funciona”, ha añadido.
 
Pero ¿es posible que ocurran reacciones adversas? “Probablemente no pase nada por recibir diferente vacuna cada cierto mes, pero no lo sabemos”, ha contestado.
 
Pero “existe la posibilidad, particularmente en la enfermedad por coronavirus que tiene un componente en el cual la respuesta inmune puede ser dañina, de sobrecargar el sistema inmune. Puede tener alguna consecuencia negativa, pero de momento no hemos visto nada”, ha añadido.
 
Los estudios de la vacuna
 
Por lo pronto y específicamente con los estudios de la vacuna de Pfizer y Moderna, los resultados y análisis “han sido muy transparentes. La información está disponible, la discusión en los paneles en la FDA (agencia de regulación de medicamentos de Estados Unidos) se transmitió por televisión, las actas de las discusiones están disponibles, la votación está disponible, es un procedimiento muy transparente”, ha insistido.
 
Por otro lado, ha aclarado que el rápido desarrollo de esta inmunización se debió a la existencia previa de tecnologías que eran usadas para el desarrollo de tratamientos de inmunoterapia para el cáncer.
 
“Lo importante no es pensar en el tiempo que ha demorado en hacerlas sino en el número importante de pacientes que se incluyeron en el estudio y que fueron seguidas durante un tiempo más que suficiente para encontrar efectos secundarios”, ha explicado.
 
No obstante, eso no quiere decir que no existan dichos efectos. “Las dos claramente los tienen, sobre todo luego de la segunda dosis. Pero eso claramente compensa porque evita el desarrollo del covid en las personas. Las dos son eficaces”, ha señado.

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