Las nuevas tecnologías, la opción para agilizar los cambios en el sistema de salud
La población requiere respuestas inmediatas
Mauricio Espinel y Elizabeth Pauker.
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Cristina Coello. Quito
Con la declaratoria de
emergencia del sector Salud, tras las protestas sociales, se ha evidenciado que la población requiere respuestas inmediatas a la problemática sanitaria. En ese sentido EDICIÓN MÉDICA ha consultado sobre alternativa viables para lograrlo.
Mauricio Espinel, especialista en Epidemiología en salud pública y docente universitario; así como
Elizabeth Pauker, especialista en Psico-oncología y representante de Mujeres Médicas de Ecuador, han coincidido en que lo viable es recurrir a las nuevas tecnologías para avanzar en las transformaciones.
Espinel ha considerado que los
componentes que requieren atención son el financiamiento, la organización y provisión de los servicios y, la gobernanza y dirección. Para todos son necesarios los
recursos económicos ¿Cómo se los puede conseguir? Según él, por medio de la
eficiencia de servicios, aunque también se requieren más recursos.
El especialista ha recordado que el promedio general de inversión en salud en la región está en alrededor del 3 a 3,5 por ciento. El Ecuador está alrededor del 2 a 2,4 por ciento. Mientras que
el gasto está en alrededor del 7 por ciento. Entonces esa brecha es cubierta por los mismos ciudadanos, es decir el denominado gasto de bolsillo, “que es un gasto altísimo” ha dicho.
“Se le ha traspasado la responsabilidad de la salud a la gente” en el gasto de salud, al que hay que añadir “el
componente de lo catastrófico, porque para las personas de bajos recursos tener que salir de la zona rural a un hospital para ser atendido de malaria, por ejemplo, le significa una catástrofe económica. Y el objetivo será bajar ese gasto”.
En lo referente a la provisión de servicios
, el reto urgente es abastecer de medicina e insumos. Mientras que, en la organización de servicios, Espinel ha propuesto la introducción “de manera urgente del
componente tecnológico”.
“Una de las ventajas de la pandemia es la mayor aceptación y apertura de la telemedicina” y de allí que al promover la atención telemática tanto
médica, como psicológica y nutricional a través de la tecnología “disminuirá cierta carga al sistema pero sobre todo dará mejor atención a los pacientes a los que se puede resolver el problema en ese ámbito”, ha explicado el especialista que también ha recordado que en el IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) se hizo un cálculo que determinó que por esa vía (telemedicina) se podía
reducir entre un 20 y 30 por ciento tanto del costo como de carga en la atención sanitaria.
Por otro lado, ha reiterado en la construcción de la
red de atención. “Ahora cada nivel trabaja por su lado y por ello habría que fortalecer el primer nivel de atención como el punto de referencia de todos los ciudadanos. Consolidar esa red para que la gente reciba atención lo más cerca posible a su residencia y luego a través de esas atenciones canalizar atenciones más complejas a otros niveles de atención”.
Para los otros niveles de atención, “también pulir el trabajo que se hace. Se requiere
reingeniería de procesos administrativos, de gestión en las unidades de segundo y tercer nivel. Eso también implica inversión porque se requiere capacitación, mejoramiento equipamiento, comunicación, etc”, ha agregado.
Y finalmente para Espinel está la gobernanza, que implica conexión de
un solo sistema de información. Es una urgencia y en ese aspecto también las nuevas tecnologías son una prioridad.
Priorizar para optimizar recursos
Pauker ha profundizado más y fue enfática en señalar que el Estado ecuatoriano “se quedó estacionado, bloqueado y no se ha realizado una transformación de las distintas estructuras y orientarlas a las mejores prácticas e innovación del momento en que estamos viviendo y eso se refleja en la salud”.
Ella también ha considerado que la pandemia permitió visualizar una serie de necesidades no solo en el sistema sanitario ecuatoriano si no en todo el mundo, pero en el caso de Ecuador algo que quedó muy claro es que “se ha priorizado aspectos que implican una gran inversión, pero poca respuesta y uno de los campos
más abandonados es la salud mental”.
También ha reflexionado en que “nos influyen políticas externas” pero que “necesitamos
generar nuestro propio modelo que cubra nuestras necesidades y de allí alinearnos a esas políticas externas”.
Y en ese sentido, la especialista ha estimado
cinco puntos de transformación que son: el garantizar la cobertura universal de salud, el financiamiento y presupuesto eficiente; mejorar el primer nivel de atención; garantizar acceso a medicamentos; y, la
incorporación de nuevas tecnologías para agilizar los procesos.
Para Pauker es posible hacer esa transformación en 90 días mediante la
digitalización de todos los procesos del Ministerio de Salud Pública (MSP),
nuevas tecnologías (incluida la inteligencia artificial), evaluación de servicios y finalmente estableciendo los planes claros.
“Esto no solo va romper el proceso de burocratización que tenemos”, pues ya es hora de “convertir la estructura piramidal (del ministerio) en una transversal, operativa digitalmente que pueda
responder inmediatamente a las necesidades y para ello podemos alinearnos a proyectos internacionales que, incluso, pueden brindar presupuestos”, ha añadido.
Por otro lado, ha recalcado la urgencia de “
entender la dinámica de la población actual. Tenemos mayor envejecimiento y cronicidad y estos pacientes generan aumento de las dependencias que en la mayoría de países se llevan entre el 70 y 80 por ciento del presupuesto” y de allí la importancia mantener a las personas en la mayor condición de productividad. “Alguien que puede seguir proveyendo sus necesidades será una persona feliz,
con menos discapacidad y será una persona activa”.
Pauker también ha insistido en que los sistemas sanitarios “deben ser preventivos en el sentido no solo de la enfermedad, también de
hábitos, estructura social, interacción social, educación, etc. Fortalecer la
atención primaria de salud a través de médicos de familia”, que incluya la visita domiciliaria, reporte, informes, investigación y reporte al MSP de alarmas (para saber dónde intervenir a tiempo).
Y en ese aspecto de los servicios, la especialista cree que será beneficioso para la población aprovechar la tele consulta, por ejemplo, pues la mayoría de la población tiene un teléfono celular
a través del cual puede recibir asistencia. Y por otro lado, las especialidades también pueden beneficiarse del avance tecnológico pues actualmente ya es posible dirigir, por ejemplo, una
cirugía de forma remota.
Pauker ha recalcado que “la gente
quiere respuestas rápidas y una opción es la incorporación de tecnología. Los cambios se necesitan” y, admite que es complejo pero, “ya es el momento”.