Edición Médica

Santiago Zúñiga Ojeda, presidente de la SEMP.

Jonathan Veletanga. Quito
La Ley Orgánica de Apoyo Humanitario para Combatir la Crisis Sanitaria Derivada del CoVID19 ha sido publicada en el Registro Oficial, con lo cual entran en vigencia de manera inmediata varias disposiciones en temas sanitarios, de reactivación económica y productiva, mantenimiento de las condiciones de empleo, etc.
   
Entre las disposiciones relevantes están aquellas que reconocen los derechos y el trabajo de los médicos posgradistas, autofinanciados y becarios, que se encuentren prestando sus servicios en los hospitales pertenecientes a la Red Integral Pública de Salud (RIPS) y red complementaria.
 
Para conocer estas implicaciones de la Ley de Apoyo Humanitario, EDICIÓN MÉDICA ha conversado con Santiago Zúñiga Ojeda, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Médicos Posgradistas (SEMP), gremio que desde hace más de dos años ha luchado por el reconocimiento de los médicos posgradistas del país.
 
“Nuestra lucha todavía no se termina, tenemos 30 días más por delante y esperamos generar cambios de manera sustancial y con bases fuertes para el futuro de los posgrados en el país”, ha sostenido el galeno.
 
¿Para el gremio qué significa la publicación de la Ley de Apoyo Humanitario?
 
Han sido dos años y medio de un proceso duro, lleno de altibajos. Hemos perdido colegas en el camino. Todo este desorden de los posgrados nos trajo hasta la fecha con contagiados por CoVID19, fallecidos por CoVID19, personas que se retiraron de los posgrados por las condiciones actuales. Lo único que hace esta situación es devolver la dignidad a los posgradistas y a la gente que ha ganado un concurso de méritos y oposición por buscar un mejor futuro en el área profesional de la salud.
 
Este 22 de junio de 2020 es un día histórico para los médicos posgradistas del país. Hoy empieza un cambio radical en el reconocimiento de los posgrados. Quiero agradecer a todas las personas que promovieron y creyeron en este proceso desde un inicio, a todos los fundadores de esta asociación. Ver cómo nuestra lucha ha avanzado con la ley humanitaria es muy satisfactorio. Es un gran mensaje para nuestra sociedad acerca de la lucha de derechos y causas justas.
 
¿Qué tipo de beneficios establece esta ley?
 
Vemos que la ley guarda mucha cercanía con nuestra realidad, con garantías laborales y con el reconocimiento histórico de cada uno de los actores de los posgrados: autofinanciados, becarios y devengantes. Involucra a todos. Según cifras oficiales del MSP, en el país cerca de 3.505 médicos están en el sistema de posgrados y alrededor de 1.100 becarios se encuentran en proceso de devengación.  
 
La ley reduce el tiempo de devengación  (1 x1) y mejora las condiciones para la devengación (disposición general - séptima); reconoce al médico posgradista a través de un contrato de servicios ocasionales por el tiempo que dure su carrera formativa y percibirá una remuneración correspondiente a la Categoría de de Médico General en Funciones Hospitalarias (disposición transitoria - octava); homologa el estipendio de los becarios del servicio público y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a 1.679 dólares; y brinda garantías en los concursos públicos de méritos y oposición para nombramientos definitivos.
 
¿La ley dispone de un plazo de 30 días para expedir un reglamento general al respecto, qué esperan de las autoridades pertinentes?
 
Estamos dispuestos y totalmente abiertos para que el MSP nos tome en cuenta para desarrollar un nuevo reglamento y hacer el reajuste de los contratos y las normativas, siempre apegándonos a los derechos de los profesionales que están dentro de los posgrados.
 
A partir de hoy, en 30 días, esperamos ver al primer posgradistas firmando un contrato de servicios profesionales, que por primera vez en la historia del país lo reconoce como un profesional de la salud y lo vincula al Sistema Nacional de Salud.
 
¿Esta ley también beneficiará a los futuros posgradistas?
 
La ley justamente indica que el máximo rector de la salud en el país debe generar nueva normativa y en ese proceso tenemos que establecer parámetros y reglamentos que involucren a todos los futuros ganadores de concursos de méritos y oposición de un posgrado. Esto quiere decir que todo médico posgradista del país, desde ahora y para siempre, sea reconocido como un profesional de la salud y firme un contrato en el sistema de salud. Esto es lo que buscaremos en los próximos 30 días.
 
Para concluir, ¿cuál es tu mensaje final?
 
Quiero agradecer a las autoridades, asambleístas y a la gente que entendieron lo valioso de nuestro trabajo en el sistema de salud. El posgrado es un grupo privilegiado de profesionales de la salud, por ello tenemos que empezar a valorarlo como tal. Ahora, los posgradistas debemos responder con acciones en nuestro trabajo diario.
 
Una serie de eventos y gestiones permitieron incluir este tema en la ley humanitaria, que hoy ya es una realidad. Pero, nuestra lucha todavía no se termina, tenemos 30 días más por delante y esperamos generar cambios sustanciales y con bases fuertes para mejorar el futuro de los posgrados en el país.

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