Los protocolos pueden proteger al personal sanitario
Enfermeras deben recordar normas
Verónica Rodríguez del hospital Vozandes.
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Cristina Coello. Quito
Aunque los procesos de enfermería llevan 60 años difundiéndose, no son aplicados regularmente en la práctica cotidiana y eso puede ser un problema a la hora de enfrentar un proceso judicial.
Ante ello, es importante que cada institución sanitaria desarrolle sus propios protocolos de atención con lo cual se facilita la aplicación de un proceso de enfermería, ha explicado a REDACCIÓN MÉDICA, Verónica Rodríguez, docente del hospital Vozandes y de la Universidad Católica.
El protocolo va a guiar al enfermero en la forma de proceder. “Las instituciones tienen que trabajar en esto. Tenemos que hacer que evolucionen más rápido porque nos van a atrapar. Cuando llegue un proceso judicial vendrán los problemas y se verá que no hay protocolos o que se rompieron los procesos”, ha alertado Rodríguez durante las XXVIII Jornadas médicas internacionales.
Los protocolos y los procesos sirven para “ponernos en regla a todos”. En el caso específico del personal de enfermería, la mayoría de ocasiones no realiza las evaluaciones por escrito pero “si no quiere ir a prisión” debe hacerlo siempre, ha enfatizado Rodríguez.
De allí la importancia del apoyo de las instituciones sanitarias, que son las llamadas a realizar los protocolos bajo sistemas computarizados que permitan su rápido uso.
En la mayoría de hospitales una enfermera trabaja con 30 pacientes. “Pero si despliego en mi computador el protocolo de la institución, entonces no tendré que matarme haciendo todo un informe porque con el protocolo inicial tendrá un informe manejable de acuerdo a las necesidades que se presente y se podría cumplir con el proceso”, ha añadido.
“La gente no sabe para qué le sirven los protocolos. No lo toman realmente como un arma. Lo ven como dificultad, no como una oportunidad. Pero un protocolo puede salvar al equipo de salud”, ha reiterado.
Teniendo en cuenta eso, Rodríguez ha pasado a recordar que las normas NANDA, NOC Y NIC son la herramienta para cumplir con los procesos pues con ellas la enfermera establece un diagnóstico con criterios de resultado y las intervenciones que realizará.
“La fortaleza del proceso de atención de enfermería puede ser continuo y no solo con la decisión de una sola persona y para eso es necesario instalar los protocolos de atención en todas las instituciones, pues eso va a guiar en la forma de proceder” ha insistido la especialista.
Para Rodríguez, el médico y la enfermera son una “dupla importante”, el primero cura y la segunda cuida. “La enfermera aplica un proceso de atención para conseguir los objetivos que el médico quiere”, ha señalado.
No obstante, “muchas veces el médico piensa que la enfermera, al sugerir algo, está transgrediendo su posición y no es así”, están ayudando, ha precisado.