Los quemados superan la capacidad operativa de los hospitales
Cada vez hay más pacientes quemados
Ana Soria, Hospital Roberto Gilbert y Fernando Quintana, Hospital Luis Vernaza.
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Cristina Coello. Quito
Tras los festejos de fin de año, los hospitales han recibido mayor cantidad de pacientes con quemaduras, pero, a decir de
Fernando Quintana, jefe de la Unidad de Quemados del Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG), en realidad “
hay una necesidad permanente” de espacio para atender esta patología.
“En el Hospital Vernaza nunca hemos tenido camas vacías (en la unidad de quemados). Es una necesidad permanente poseer una capacidad operativa adecuada, espacio físico suficiente y eso sucede en todo el país.
La necesidad es muy grande” en el área de quemados, ha insistido en REDACCIÓN MÉDICA el especialista.
A eso se suma el elevado costo del tratamiento de un paciente quemado que oscila entre
1.500 y 2.000 dólares diarios.
Tras el fin de año, en el hospital Luis Vernaza están asilados alrededor de 16 pacientes con quemaduras graves y otros afectados por explosivos (petardos) con menor gravedad. Según Quinta el número de afectados por quemaduras tras los festejos
se ha incrementado.
En el Hospital de Niños Roberto Gilbert están otros 16 menores con quemaduras tras las festividades, ha informado
Ana Soria, coordinadora de la unidad de quemados.
Para esta especialista en los centros médicos de atención primaria es
necesario fomentar la educación a los padres para evitar las quemaduras en niños. Lamentablemente “no tenemos la cultura de prevención,
no solo sobre fuegos artificiales en esta temporada, sino sobre quemaduras en general”.
Soria ha advertido que
no existe una estadística real de menores quemados, “no se sabe cuántos de ellos no llegan” a los centros de tercer nivel para su atención o mueren en el trayecto, a lo que se suma el que en algunos lugares
aún se manipula juegos pirotécnicos y esperan recibir lesionados hasta el 15 de enero.
“Un paciente quemado es muy particular, más allá del trauma inicial que sufre producto de la llama, flama, electricidad o ácidos. Tiene que pasar por mutilaciones, tratamientos quirúrgicos para retirar tejidos necrosados, injertos de piel, cirugías reconstructivas permanentes, etc.”, por lo cual requieren de un
equipo multidisciplinario de atención, ha añadido Quintana.
De allí que, al igual que Soria, ha hecho un llamado a padres y personal sanitario para
advertir a la población sobre manipulación de explosivos y otros medios que pueden causar quemaduras.
Estimaciones preliminares de las autoridades zonales han indicado que se han atendido alrededor de
60 pacientes con quemaduras de diferente gravedad este fin de año, solo en Guayaquil.
Atención permanente
Quintana ha calculado que, de cada uno por ciento de una quemadura grave se requiere un día y medio de estancia hospitalaria. “Es decir que, si un paciente tiene el 30 por ciento de quemaduras va a pasar por lo menos 45 días ingresado, en un área de permanente curación, con anestesia general, entrada al quirófano casi diariamente, es decir
es complejo el tratamiento por eso es considerado una enfermedad catastrófica”, ha dicho.
Para el especialista del Hospital Vernaza, “muchas veces
atender quemados es frustrante. Un médico pasa semanas atendiendo al paciente que termina falleciendo por la gravedad. Es realmente una patología de consecuencias muy graves”.
También ha señalado que la Junta de Beneficencia “siempre está abierta para coordinar con cualquier entidad la
capacitación y entrenamiento en la atención inmediata o posterior del paciente quemado”.