Edición Médica

Antonio Matamoros, jefe del Servicio de Otorrino del Hospital Luis Vernaza.

Jonathan Veletanga. Quito
Tras 26 horas de cirugía, un equipo médico multidisciplinario del Hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil logró extirpar un angiofibroma naso faríngeo juvenil, tumor de gran tamaño que estaba localizado en la base del cráneo con prolongaciones a fosas nasales, cigomática, órbita del ojo e intracraneal.
 
El paciente de 12 años, quien ya fue dado de alta, empezó a manifestar síntomas hace aproximadamente 3 meses con cambio en la voz, impedimento para respirar, pérdida del olfato y disminución de la visión de su ojo izquierdo y un edema en el mismo lado de su rostro, ha informado el establecimiento hospitalario en un comunicado.
 
“Este procedimiento es una cirugía muy delicada y muy minuciosa. Hace mucho tiempo, estos tumores se los consideraba inoperables justamente por el ato riesgo que provoca a los pacientes. Sin embargo, actualmente con la ayuda de la tecnología ya contamos con más recursos para abordar y tratar este tipo de tumores”, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA Antonio Matamoros, jefe del Servicio de Otorrinolaringología y quien lideró la cirugía.
 
Según ha explicado, en esta ocasión se realizó la embolización para impedir el suministro de sangre al tumor y que se hizo el procedimiento quirúrgico con un equipo multidisciplinario conformado por el médico intensivista, anestesiólogo, cirujano cráneo facial, oftalmólogo, neurocirujano y otros especialistas; así como muchos instrumentos, insumos y equipos de última tecnología.
 
“Mediante este procedimiento el niño puede tener una vida normal”, ha dicho Matamoros, quien ha hecho un llamado a la comunidad médica para que este tipo de tumores sean diagnosticados a tiempo para evitar que “el crecimiento llegue a ciertas áreas que puedan complicar la existencia del paciente”.
 
“Si se diagnostica a tiempo este tipo de tumor, se pueden hacer cirugías muy mínimas y sin mayores riesgos, y no procedimientos extraordinarios, como en este caso. Aquí, el éxito está en diagnosticarlo de forma temprana para así realizar cirugías muy cortas”, ha enfatizado el especialista.
 
De su parte, los padres del paciente han manifestado que tuvieron que pasar por varios médicos para el diagnóstico y tratamiento de su hijo, situación que se le tornó devastadora porque se trataba de “un tumor inoperable”.
 
“Mi hijo venció todo mal pronóstico y ahora está bien. Viviremos eternamente agradecidos también de la fortaleza de mi hijo, que resistió tantas horas con anestesia”, ha dicho Tito Vásquez, padre del joven paciente. 

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