Edición Médica

Josymar Chacín de Fernández, especialista en Psicología Hospitalaria.

Diego Mosquera. Quito
Josymar Chacín de Fernández, especialista en Psicología Hospitalaria, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA que los médicos tienen un papel importante antes de un proceso de luto porque son quienes deben guiar a la familia y al  paciente para que dolor sea bien canalizado.

Al respecto, la profesional ha sostenido que no se trata solamente de contar el motivo de la muerte del paciente, sino de tener una visión más amplia de lo complejo del ser humano y sus circunstancias.

“La sensibilidad es fundamental, la pérdida de un ser querido es el dolor más grande que puede existir, debemos permitir a los familiares comprenderse y comprender lo que está ocurriendo y así poder apoyar las decisiones, expresas o no, de la persona enferma con respecto a su salud y a la preparación de su muerte”, ha dicho.

En un estudio realizado en Estados Unidos, el 94 por ciento de los integrantes del equipo interdisciplinario de salud (médicos específicamente) manifestaban tener serias dificultades para informar al paciente sobre la proximidad de su muerte y el 76 por ciento señalaba que sus relaciones con los moribundos eran habitualmente incomodas.

“Estos resultados demuestran que los médicos responden a su ansiedad y a la falta de preparación para el manejo del duelo, con mecanismos de defensa inadecuados, sobre todo con ira y con actitudes negativas, cuando se enfrentan con pacientes en fase terminal vivenciando el duelo anticipado por la muerte”, señala la investigación.

Sobre este tema, Chacín ha manifestado que los profesionales sanitarios deben comprender que los familiares de una persona que va a fallecer, necesitan tiempo para aceptar la futura pérdida, “lo difícil aquí es que las personas acepten realmente la situación, el médico comprender las diferentes dimensiones de las personas; los valores, necesidades, roles, sentimientos, motivaciones y mecanismos de defensa, que no son ámbitos meramente físicos, biológicos o corporales, psicológicos; sino que contemplan lo espiritual, lo social, lo afectivo y lo intelectual”, ha dicho.

Finalmente la profesional ha dicho que el hecho de que un médico se sienta preparado para abordar de manera efectiva al paciente que sufre un duelo anticipado por la proximidad de la muerte o al familiar que vive la agonía del desenlace fatal, hace que el personal sanitario se vea envuelto frecuentemente en situaciones que podrían poner en riesgo su salud física y mental.

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