Edición Médica

Equipo multidisciplinario del Hospital Metropolitano.

Jonathan Veletanga. Quito
Los médicos cardiólogos electrofisiólogos, Diego Egas y Francisco Rodríguez, han liderado el primer procedimiento FARAPULSE (sistema de ablación por campo pulsado) del sector privado en el Ecuador, el cual ha sido realizado de manera exitosa en el Hospital Metropolitano de la ciudad de Quito, el pasado 20 de marzo de 2025.
 
“Ecuador está entre los primeros países de Latinoamérica en implementar esta técnica”, que mejora calidad de vida, disminuye las probabilidades de evolución a insuficiencia cardiaca y reduce significativamente la mortalidad de los pacientes, ha enfatizado Diego Egas, en entrevista exclusiva con EDICIÓN MÉDICA.
 
FARAPULSE es una técnica debidamente comprobada que emplea un campo eléctrico para tratar la arritmia más frecuente del mundo entero, que se llama fibrilación auricular. Se denomina campo pulsado o electroporación y se utiliza “para romper las membranas de las células que conectan la aurícula a las venas pulmonares y que ocasiona la arritmia”, ha explicado.
 
El sistema de ablación por campo pulsado es más seguro que las energías térmicas que se utilizaban anteriormente, como la crioablación o radiofrecuencia. Esta nueva tecnología está indicada específicamente para pacientes con fibrilación auricular persistente y refractaria; ofrece grandes ventajas sin comprometer el éxito del procedimiento, como mayor seguridad para el paciente, menor estancia hospitalaria, reducción de los tiempos quirúrgicos, menos complicaciones.
 
Especialistas de todo el mundo se están cambiado a esta energía por sus características y porque las guías médicas más actuales dicen que se debe sugerir una ablación a todo paciente de diagnóstico reciente. Por lo tanto, hay que apoyarse del método más seguro, ha sostenido Egas.
 
Francisco Rodríguez ha comentado que la evidencia científica actual señala que este procedimiento es el que garantiza mayor seguridad al momento de tratar esta patología, ya que mínima los riesgos de lesionar estructuras adyacentes.
 
Con el campo pulsado “somos selectivos solo a la pared de la aurícula”, en comparación a las energías térmicas, ha puntualizado el especialista. Por esta razón, ha celebrado que se encuentre ya disponible para los pacientes ecuatorianos, tanto en Quito como en Guayaquil.
 
Para efectuar este procedimiento, además de realizar un entrenamiento específico con Boston Scientific y Ecuasurgical, que es la empresa que trae la tecnología al país, los médicos especialistas deben ser expertos en punción transeptal (entrar al corazón con una aguja), en hacer ciertas maniobras en la aurícula izquierda y, sobre todo, conocer a fondo la técnica de ablación.
 
Egas y Rodríguez cumplen con estos requisitos y por eso lideran uno de los equipos médicos pioneros de FARAPULSE en el Ecuador. “No se trata de quien destaca sino de tener un equipo coordinado y pro paciente”, han dicho.
 
Ambos especialistas han coincidido en que seguirán trabajando de manera articulada para seguir desarrollando este procedimiento en el país y, porque no, entrenar a otros médicos para que también realicen la técnica en un futuro cercano.
 
“La mayoría de los pacientes con fibrilación auricular podrían beneficiarse de esta nueva tecnología”. Por ello es importante socializar la técnica y tener el apoyo para su implementación, ha destacado Rodríguez.
 
El dato
 
El equipo médico tardó aproximadamente 60 minutos en realizar de manera exitosa el procedimiento; la beneficiaria fue una paciente de más de 70 años, quien se recupera satisfactoriamente.
 
Los galenos tienen estimado realizar más tratamientos de este tipo a lo largo de este año. Una ablación realizada tempranamente tiene un porcentaje de eficacia mayor al 90 por ciento.

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