Edición Médica

Gabriela Zambrano, Enrique Terán, Héctor Rosero y William Acosta.

Jonathan Veletanga. Quito
Ecuador vive una situación crítica porque en las últimas semanas se ha registrado un aumento de casos COVID-19 en todas las provincias. Esto ha llevado al colapso del Sistema de Salud y por ello la comunidad médica y científica ha expresado su preocupación frente a los lineamientos poco claros en relación al manejo de la pandemia, además han calificado de “superficiales”, “inadecuadas” y “tibias” las últimas resoluciones adoptadas por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional para el feriado de Semana Santa.
 
Las Federaciones Unidas de Profesionales de la Salud del Ecuador (FUPSE), la Federación Médica Ecuatoriana (FME) y el Consenso Multidisciplinario de Tratamiento de la CoVID19 han emitido comunicados fuertes ante la alarmante situación del país y han exhortado, entre otras cosas, a que las autoridades adopten medidas de confinamiento para evitar una eminente catástrofe.
   
“Dada la situación caótica y la falta de decisión del COE Nacional exigimos un confinamiento mínimo por 15 días en las cuales debemos tener: restricción pico y placa de circulación en los días designados para circular con el número de placa correspondiente ya sea par o impar, y cerrar provisionalmente todos lugares de diversión nocturnas y diurnas restaurantes solo para llevar, bares, discotecas, lugares de tolerancia”, ha indicado la FUPSE.
 
En diálogo con EDICIÓN MÉDICA, Enrique Terán, médico investigador miembro del Comité Técnico FUPSE, ha manifestado que el COE Nacional no puede tomar medidas ligeras y dejar en libertad a los COE cantonales  para que improvisen. “A esta altura debe hacer una proyección realística de la situación del país y tomar decisiones anticipadas para disminuir el contagio masivo”.
 
Ante la incertidumbre, no solo se está pidiendo declarar confinamiento sino también que se suspendan todos los feriados hasta finales de 2021, inclusive las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con el fin de controlar las aglomeraciones, reducir la carga de atención en el Sistema de Salud y evitar que el tiempo “nos juegue una mala pasada”, ha agregado Héctor Rosero, secretario general de la FME.
 
En este sentido, Terán ha mencionado que uno de los problemas que pueden pasarnos factura es la aparición de nuevas cepas de SARS-CoV-2, ya que puede poner en riesgo el valor de la vacunación. “Lo peor que le puede suceder al Ecuador es que cuando llegue la época de vacunación masiva, las vacunas actuales necesiten ser reemplazadas por vacunas nuevas. Por eso justamente también se está recomendando que se tomen medidas en los puntos de entrada al país… Lastimosamente el COE Nacional no está preocupado en absoluto en cómo minimizar los riesgos de entrada de variantes nuevas y mucho menos cómo evitar la transmisibilidad”.
 
Pero no solo eso, para Gabriela Zambrano, especialista en Medicina Interna miembro del Consenso Multidisciplinario de Tratamiento de la CoVID19, las nuevas variantes de alto riesgo y preocupación, como las identificadas en el Reino Unido y Brasil, también pueden estar relacionadas con el incremento de casos en el país. Lastimosamente esto no está totalmente documentado debido a la poca vigilancia genómica que se realiza.
   
A esta situación, la especialista ha dicho que se debe sumar el relajamiento y la indisciplina de la ciudadanía en relación a las medidas básicas de prevención como distanciamiento, lavado de manos y uso de mascarilla; la alta sobrecarga que tienen los médicos en las áreas de Emergencias, Hospitalización y Cuidados Intensivos;  la limitada capacidad que tiene el Sistema de Salud para atender el mayor número de casos, y el inadecuado inicio de la vacunación contra COVID-19.
 

Verónica Chávez, miembro del Consenso Multidisciplinario.

Considerando todos estos elementos, “proyectamos que la situación del país va a empeorar porque en las semanas que vienen tenemos dos eventos que van a causar aglomeraciones y desde nuestro punto de vista el sistema sanitario no va a soportar esa carga”, por ello es momento de “contemplar restricciones”, ha asegurado Verónica Chávez, médica especialista en Emergencias y Desastres.
 
El Consenso Multidisciplinario plantea retomar medidas que disminuyan la movilidad de la población durante el feriado y considerar extenderlas según la incidencia de casos reportados en cada cantón. También ejercer mayor control de aforos en centros comerciales, restaurantes y gimnasios; desautorizar las reuniones masivas; retornar a medidas restrictivas en función del sistema de semaforización; y actualizar el plan nacional de vacunación de acuerdo a la nueva evidencia y experiencia.
 
“Hacemos este llamado a las autoridades para hacer un confinamiento parcial, un confinamiento dirigido o una semaforización dirigida, con el fin de darle un respiro al sistema de salud que ya en este momento está colapsado”, ha enfatizado Chávez.
 
Frente a este panorama oscuro, Rosero ha insistido en que la solución momentánea que el país requiere es un confinamiento total, como mínimo de 15 días, solo esto ayudará a tratar de controlar la contagiosidad de estas nuevas variantes. “Es muy riesgoso seguir con medidas restrictivas, donde ha primado la situación económica frente a la vida de las personas. El Gobierno y el COE Nacional tendrán que hacerse responsables de las muertes que se puedan dar en los próximos 15 días, si no adoptan un confinamiento”.
  
Rol secundario del COE Nacional
 
“El COE debería ser un órgano coordinador y no solo hacer exhortos… Estamos en los peores momentos, incluso peor que otros países de la región y sin embargo las medidas que se toman son ligeras por llamarlas menos. Por ende se debería adoptar medidas que corten las transmisión y ya vimos que la única manera que funciona es el confinamiento estricto o selectivo”, el cual se debe ir liberando progresivamente, ha considerado William Acosta, médico endocrinólogo miembro del Consenso Multidisciplinario.
 
Para Acosta, las medidas que se están tomando “no son suficientes” ni ayudan a encontrar un punto de equilibrio entre la salud colectiva y la economía. “Estamos claros que la solución va por otro lado… Son los lineamientos de la OMS que nos dicen claramente que es lo que debemos hacer para disminuir las muertes, sin embargo, el COE Nacional no está buscando los mecanismos que permitan tomar las decisiones de salud púbica más adecuadas”.
 
Según Acosta, las decisiones del COE Nacional dejan toda la responsabilidad a los COE cantonales, quienes tampoco están tomando sus medidas en concordancia a los lineamientos de la OMS. Por ello deben dejarse apoyar por los expertos.
 
A criterio de Terán, esto se debe a que el COE Nacional tiene un papel segundario, no articula un proceso de dirección hacia los COE cantonales y tampoco está liderando un proceso activo de información hacia la población.
 
“Es increíble que nos hayamos olvidado de la semaforización y que ya no se vuelva a topar el riesgo permanente que existe en una población versus otras, de forma tal que los cantones puedan tomar decisiones estratégicas de volver a blindar sus fronteras, evitar la libre circulación y evitar ciertos elementos fundamentales”, ha analizado.
 
Asimismo, Terán ha señalado que el COE Nacional no informa constantemente sobre el crecimiento constante de los casos de COVID-19. A pesar de que ya no se están haciendo pruebas PCR de manera agresiva los casos siguen creciendo. “Si se hiciera una búsqueda activa estoy seguro que los casos se dispararían aún más”. Por ende, se ha recomendado implementar un programa de participación directa con líderes comunitarios en los focos de infección en las comunidades urbanas y rurales.
   
Para Enrique Terán y Gabriela Zambrano, el país está registrando un alto exceso de mortalidad por COVID-19, que se va acercando a lo que se vivió en los peores momentos de la emergencia sanitaria, entre abril y mayo de 2020, sin embargo, las personas no han tomado conciencia de que la COVID-19 todavía está en el ambiente debido a las insuficientes medidas que ha tomado el COE Nacional y a que las autoridades han dejado de transmitir los número fatídicos de la pandemia.
 
“Las decisiones del COE son muy superficiales y eso no va a lograr un cambio. La única forma es un confinamiento selectivo. Si esta medida no se toma muy poco o de nada servirán las mediadas actuales que el COE ha tomado”, ha sostenido Zambrano, quien ha exhortado a las autoridades a escuchar a los profesionales y científicos que están en primera línea.
 
“Hay que tomar cartas en el asunto y el COE Nacional debe dejar de hacer oídos sordos al clamor de toda la comunidad científica, médica y académica”, ha destacado Terán.
 
“Este es uno de los peores momentos de la pandemia” y una discrecionalidad en el feriado por salir a pasear o visitar a algún familiar puede costar la vida de muchas personas vulnerables y familiares. Por esta razón, todos los entrevistados han coincidido en recomendar a la población ecuatoriana permanecer en casa en este feriado y hasta controlar el incremento de casos, seguir con las medidas elementales de prevención (evitar reuniones, uso de mascarilla y lavado de manos), priorizar el teletrabajo, no automedicarse, acudir al médico ante cualquier síntoma relacionado con COVID-19 y utilizar doble mascarilla de ser posible.
 
“Si el COE Nacional no nos ayuda, nosotros tenemos que concientizar y reducir al mínimo las actividades no esenciales”, ha concluido Acosta.

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