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ALTERNATIVAS DE SALUD
Microbiota, una herramienta para conocer y curar enfermedades
Un científico ecuatoriano propone ampliar el estudio de este tema y aplicarlo en la Medicina actual
Lunes, 20 de febrero de 2017, a las 15:51
Paul Crdenas, investigador de la USFQ.

Paul Cárdenas, investigador de la USFQ.


Diego Mosquera. Quito
Paúl Cárdenas, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, ha manifestado a REDACCIÓN MÉDICA que los últimos estudios realizados a la microbiota (antes llamada flora bacteriana) demuestran que son una herramienta fundamental para conocer y curar enfermedades.

Cárdenas ha sostenido que la microbiota se encuentra en todos los seres humanos y se comporta de manera distinta en cada uno de ellos. “por ejemplo en la boca tenemos más de 1000 diferentes tipos de bacterias, en el intestino unas 3000, más de 300 tipo de hongos viven dentro de nosotros y también en la piel”, ha sostenido.

El investigador ha asegurado que los últimos estudios al respecto detallan que sitios que antes se pensaban estériles no lo son: “en los pulmones existe una microbiota, en las vías urinarias y hasta el líquido amniótico en un bebé”.

Este tipo de descubrimientos, sostiene Cárdenas, se han dado en la actualidad por que antes solo se cultivaban del 15 al 20 por ciento de las bacterias, “ahora usando técnicas moleculares hemos podido hallar bacterias que antes no se conocían”, ha añadido.

Combatiendo las enfermedades del siglo XXI

Según Cárdenas con el estudio de la microbiota se ha demostrado que la mayoría de enfermedades tienen un gran componente ambiental y ha detallado algunas como: la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad y el autismo.

“Muchos de los estudios que se han realizado demuestran que la microbiota juega un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades pero también en la cura para las mismas. Hay personas que tienen una microbiota en el intestino que hacen que la misma no engorde a pesar de comer en exceso, entonces si usamos este recurso en otro paciente de iguales características podemos darle fin a un caso de sobre peso por ejemplo”, ha descrito el investigador.

Son varios los mecanismos que relacionan la microbiota con la aparición de insulinoresistencia y diabetes, entre ellos destacan los cambios en la permeabilidad intestinal, endotoxemia, interrelación con ácidos biliares, cambios en la proporción de tejido adiposo marrón y efectos asociados al uso de fármacos como la metformina.

La obesidad por sí misma se asocia con cambios en la composición de la microbiota intestinal con tendencia al sobrecrecimiento de microorganismos con una mayor eficiencia en la obtención de la energía de la dieta.

Científicos en algunas partes del mundo ya están tratando a sus pacientes con el uso de pro y prebióticos y otras nuevas técnicas como el trasplante de microbiota intestinal, o incluso la terapia con antibióticos, para modular la aparición de obesidad e insulinoresistencia.

Además, Cárdenas ha enfatizado que de la misma forma se pueden tratar la diabetes y algunos tipos de alergias.

La hipótesis de la higiene

Dentro del Instituto hemos desarrollado un programa que se llama la ‘hipótesis de la higiene’ en donde demostramos cómo las bacterias nos protegen del desarrollo de alergias y asma.

“Siempre hemos escuchado que los niños que juegan mucho con animales o que están en contacto con la tierra tienen menos riesgos de asma y alergias, según los estudios que hemos realizado al tener esas bacterias desde bebés, les protegen de desarrollar estas enfermedades, cosa que no sucede con los niños de las ciudades”.

Una alternativa para tratar enfermedades neurológicas

Actualmente desarrollamos un estudio en conjunto con la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) y Universidad de las Américas (UDLA) sobre la relación de autismo y la microbiota.

Para el estudio hemos comparado la microbiota de niños sanos que tengan las mismas características sociales y de alimentación que los que tienen autismo.

“Los primeros resultados han sido muy alentadores ya que hemos encontrado diferencias entre la microbiota intestinal de los niños que padecen este problema y eso nos da la pauta para pensar que se puede tratar estos casos usando la microbita de niños sanos. No estamos ofreciendo una cura pero si un tratamiento alternativo para ellos”, ha señalado.

El dato

Las bacterias equivalen a 2 kilos del peso de una persona promedio.



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