RECURSOS HUMANOS
Ministros acuerdan plan para reducir el déficit de trabajadores de salud
Es una guía para el desarrollo de políticas y planes de recursos humanos
Viernes, 28 de septiembre de 2018, a las 12:29
Verónica Espinosa, ministra de Salud, en la 56 reunión del Consejo Directivo de OPS.
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Redacción. Quito
Los ministros de Salud de la región han acordado
un nuevo plan para reducir el déficit de los 800.000 trabajadores de salud adicionales que se requieren para satisfacer las necesidades actuales.
En el marco de la
56 reunión del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se ha establecido un plan de acción sobre recursos humanos para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud 2018-2023.
Esta propuesta marcará la ruta a seguir con el fin de dotar a los países de los recursos humanos necesarios para
lograr la meta global de salud universal para 2030. Apunta, además, a
mejorar su distribución geográfica y aptitudes para llegar a todas las personas, en todas partes.
“Los
trabajadores de salud son la piedra angular de los sistemas y su déficit es uno de los obstáculos fundamentales para el logro de progresos en materia de salud”, ha asegurado la directora de OPS,
Carissa Etienne.
El plan aprobado “ofrece
un mapa de ruta para combatir la escasez de personal, pero también para lograr su distribución equitativa y mejorar la calidad profesional”, ha añadido.
Las acciones
Con esta guía los países desarrollarán políticas y planes de recursos humanos para la salud. En ese sentido,
propone fortalecer y consolidar la gobernanza y rectoría de los Ministerios de Salud para que puedan realizar previsiones sobre las necesidades presentes y futuras de personal de salud, y para formular e implementar estrategias a largo plazo.
También establece la necesidad de
realizar mayores inversiones públicas en el área, así como mejoras en la oferta de empleo y las condiciones de trabajo, especialmente en el primer nivel de atención, en áreas rurales y sub atendidas.
El plan apunta, además, a
ampliar el acceso a la atención a través de una mejora en la organización del sistema y en las condiciones de trabajo, con políticas de retención e incentivos. Esta medida ayudará a enfrentar también la alta migración del personal de salud que afecta especialmente a los países del Caribe.
El
fortalecimiento de las capacidades y aptitudes de los recursos humanos a través de una educación permanente fue otro de los ejes acordados, dado que muchas veces el personal de salud no tiene el perfil, las competencias o la capacitación adecuadas para trabajar de acuerdo con un enfoque intercultural y de género que la población necesita.
Por último, se ha propuesto establecer acuerdos con el sector educativo para formar profesionales en función de las necesidades de los sistemas de salud. Plantea que los sistemas de acreditación de carreras consideren las competencias científico-técnicas, pero también las sociales, e
insta a desarrollar un plan de formación para las especialidades prioritarias que contemple un incremento en la asignación de plazas destinadas a
salud familiar y comunitaria.