EXPERIENCIA EN MENYDIAL
Mortalidad, evolución y resultados de Covid19 en 730 pacientes en hemodiálisis ambulatoria durante 8 meses de pandemia
La hospitalización es un factor que sube la mortalidad en estos pacientes
Jueves, 12 de noviembre de 2020, a las 09:35
Cristóbal y Juan Santacruz, nefrólogos de la Clínica de los Riñones Menydial.
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Redacción. Quito
Diez meses han pasado desde que se reportaron los casos de CoVID19 en Wuhan, China, y ocho meses desde que se reportaron los 2 primeros casos en Ecuador en las hermanas que fallecieron por CoVID19 unos días después de haber retornado de España. A continuación la enfermedad se disemino por todo el mundo con una contagiosidad altísima, adquirió el carácter de pandemia, de manera que para noviembre 9, la Universidad de John Hopkins muestra en todo el mundo una cantidad de infectados de 50.550.062 y muertos 1.258.321, para el Ecuador 174.907 infectados y 12.830 muertos,
siendo la mortalidad el 10.7 por ciento, según el MSP.
“En este contexto, la Clínica de los Riñones Menydial que es una unidad privada de enfermedades de los riñones, sirviendo al Ecuador desde hace unos 30 años, ha realizado diálisis a
730 enfermos en diferentes provincias del país, cuya evolución, resultados y mortalidad estamos compartiendo con la finalidad de intercambiar experiencias con otras similares y crecer en conocimiento conjunto”, ha sostenido el nefrólogo Cristóbal Santacruz.
De los 730 pacientes revisados, 56 por ciento fueron hombres y 44 por ciento mujeres, de los cuales 176 (24 por ciento) presentaron síntomas de CoVID19, en 92 pacientes (52 por ciento) se logró confirmar la enfermedad con PCR en hisopado nasofaríngeo y 84 quedaron como sospechosos porque no llego el PCR, de esta manera la tasa total de CoVID19, sumando confirmados más sospechosos, es
del 24 por ciento.
La mortalidad en el grupo CoVID+ fue de 15 por ciento (26 pacientes) y 35 por ciento (66 pacientes) se recuperó; en los sospechosos fallecieron el 9 por ciento (16 pacientes) y se recuperaron el 39 por ciento (68 pacientes).
La mortalidad total fue del 24 por ciento y se recuperaron el 76 por ciento. La mortalidad anual normal de la unidad, sin pandemia, oscila entre 8 a 10 por ciento, por lo tanto el 24 por ciento de mortalidad por CoVID19 es el exceso de mortalidad producido por la pandemia.
Analizando y agrupando a los 129 pacientes más graves (73 por ciento) que requirieron hospitalización por presentar síntomas graves como desaturación < 90 por ciento, fiebre > 37.5
oC, astenia marcada, tos, y neumonía, podemos ver que la mortalidad sube al 33 por ciento, demostrando que
la necesidad de hospitalización incide directamente en la mortalidad de los pacientes en diálisis, considerando además que son pacientes que tienen comorbilidades asociadas como hipertensión arterial en el 69 por ciento, diabetes en 30 por ciento, edad avanzada (68 años promedio), uremia en 100 por ciento, inmunosupresión fisiológica, tratamiento en grupo y periodos de cuarentena generalizada que limita el transporte y facilita las ausencias al tratamiento.
Los síntomas más frecuentes de los pacientes en Menydial.
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En lo que se refiere a los exámenes de laboratorio los hallazgos más característicos fueron niveles de PCR alto (92 por ciento), linfocitopenia (90 por ciento), DHL alta (64 por ciento), dinero D >1 ng/ml (56 por ciento), ferritina alta (50 por ciento), Rx Neumonía (42 por ciento).
Todos los pacientes recibieron 4 horas de hemodiálisis estándar, pasando un día y siguiendo parámetros internacionales. El tiempo promedio para que el paciente consulte por la enfermedad de CoVID19 fue de tres días e inmediatamente se realizó el PCR, cuyo resultado se obtuvo en un promedio de cuatro días después del diagnóstico clínico.
Durante el período sintomático el paciente se consideró sospechoso y fue aislado de la sala general de tratamientos, solo si la prueba del PCR dio negativa y estaba asintomático podía retornar a la sala general.
Los pacientes confirmados de Covid19 fueron aislados en la unidad, el domicilio y el transporte, por un periodo de 2 a 3 semanas antes de regresar a la sala general con prueba PCR negativa, asintomático y con uso obligatorio de la mascarilla. Las formas de contagio relatadas por los pacientes fueron “desconocida” en un 40 por ciento, comunidad en 39 por ciento, intrafamiliar en 16 por ciento y en hospital en 5 por ciento.
“La pandemia de la CoVID19 nos ha obligado a extremar medidas de prevención con 3 objetivos claros: proteger al máximo la vida de nuestros pacientes en diálisis; evitar al máximo que nuestro personal se infecte, y mantener funcionales y con calidad de vida a los enfermos a pesar de las circunstancias adversas. Con la finalidad de conseguir estas metas se adoptaron
varios procedimientos sistemáticamente”, que se detallan a continuación, ha manifestado Santacruz.
1.-
Contacto telefónico diario por trabajo social para detectar nuevos síntomas en el paciente y en la familia un día antes que el paciente acuda a diálisis.
2.-
Asegurar el transporte de llegada y regreso a la unidad de diálisis de los pacientes durante todo el tiempo de la pandemia, incluso en tiempos de restricción total del transporte público, con el uso de vehículos propios o alquilados que antes del viaje y después fueron desinfectados con amonio cuaternario de quinta generación y “nos aseguramos de que todos los pacientes llevaran una mascarilla durante el viaje”.
3.- El triaje de los pacientes a su llegada a la unidad antes de la entrar en la sala de diálisis general con toma de temperatura y anamnesis dirigida, si tenían 37.5
oC o saturación inferior al 90 por ciento no entraba a la sala y pasaban a ser examinados por el nefrólogo de turno, quien clasificaba al paciente como sin CoVID19, CoVID19 leve, moderado o severo.
El galeno decidía si pasaba a la sala general, a la sala de aislados, transferencia al hospital y solicitaba los exámenes necesarios como biometría, DHL, Dimero D, ferritina, transaminasas, PCR para CoVID19, Rx.pulmonar, TAC pulmonar.
4.-
Rápida derivación hospitalaria a los transferidos por desaturación, cuadro clínico grave, con uso obligatorio de mascarilla y en transporte unipersonal.
5.- Implementación de una sala de aislamiento para CoVID+ y sospechosos fuera de la sala general, que cuenta con su equipo médico permanente y su propio personal que no se podía mezclar con el personal de la sala general; los suministros desechables fueron tratados por separado, así como ropa e instrumentos desechables.
6.-
Los horarios de los pacientes fueron adecuados para que los pacientes CoVID+ ingresen una hora después de los pacientes no contaminados evitando el contacto.
7.- Las zonas sociales se cerraron y los pacientes no podían utilizar ni comedor ni la sala de espera salvo tiempos cortos inevitables.
8.- Se entregaron equipos de protección personal completos a todos los trabajadores de las salas de diálisis desde el inicio de la pandemia para que atiendan a los pacientes sin miedo y al personal de administración, uso obligatorio de mascarilla, distanciamiento social, lavado frecuente de manos y uso de gel alcohólico.
9.- Se llevó a cabo la desinfección intensiva y extensiva diaria de la infraestructura clínica con amonio cuaternario de quinta generación, incluyendo teléfonos celulares, esfigmomanómetros, estetoscopios, superficies de trabajo, sillas de ruedas, manijas de puertas y ventanas. La desinfección de las máquinas fue después de cada tratamiento con desinfectantes aprobados internacionalmente como acido acético, peróxido de hidrógeno, hipoclorito sódico y citrato de sodio.
“
En resumen, la vida que teníamos antes de la pandemia se transformó, tuvimos que trabajar con el temor y el miedo de los enfermos y el personal, los costos aumentaron y tuvimos que adaptamos a la nueva realidad con la dedicación de todos los trabajadores, varios de los cuales (un 15 por ciento) tanto del área administrativa como de la sala de diálisis se infectaron con CoVID19 y tuvieron que ser puestos en cuarentena durante 15 días y volver a trabajar con la prueba de PCR de CoVID negativa, todos se recuperaron y ninguno murió, pero se produjo el ausentismo, generando más problemas administrativos”, ha expresado Santacruz.
Para concluir, la mortalidad extra que se ha producido en los pacientes con CoVID19 en diálisis es de un 24 por ciento, pero si el paciente se hospitaliza sube al 33 por ciento, la prevalencia de la infección también es de un 24 por ciento y se necesita mucha dedicación, esfuerzo, conocimiento, estudio y capacitación frecuente al paciente, la familia y del personal sanitario para
poder convivir con este azote de la humanidad que al parecer no piensa irse muy rápido.
Adicionalmente en diálisis apenas el 28 por ciento de los enfermos tiene CoVID19 de leve a moderado,
el 72 por ciento tiene grave, lo cual complica más la sobrevida de estos pacientes, ha agregado el nefrólogo.
Equipo médico de Menydial.
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