Nuevas guías de hipertensión arterial ¿Hasta dónde se debe llegar?
Las últimas recomendaciones se enfocan en una meta
Jorge Luis Arbaiza, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Vozandes.
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Cristina Coello. Quito
El nuevo límite para ser hipertenso establecido en la última guía americana (publicada a finales de 2017) de 130/80 mmHg ha levantado polvareda entre los especialistas y ha sido un tema analizado en la última Jornada Médica Vozandes.
Jorge Luis Arbaiza, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Vozandes de Quito, ha comentado con REDACCIÓN MÉDICA que los alcances de las últimas guías de hipertensión han derivado en una atención enfocada en alcanzar un objeto o meta.
La guía europea (publicada a mediados de 2018), que mantiene como medida para hipertensión a 140/90 mmHg
, tiene mayor aceptación entre los especialistas ecuatorianos, ya que al aplicar la americana “la mitad de la población adulta será hipertensa”.
No obstante,
las dos guías han sido un insumo importante para buscar la mejor estrategia de tratamiento y el impacto en cada paciente, ha comentado Arbaiza.
Según el cardiólogo, ha quedado claro que el diagnóstico “
no debe basarse solamente en una toma de presión durante la consulta, sino en tomas seriadas (monitoreo durante todo el día)”.
El que tiene más de 140/90
en un grupo de bajo riesgo se le dará un plazo de 3 a 6 meses sin medicamentos y
control con dieta, disminución del consumo de sal, se bajará de peso y se recomendará actividad física. “Si no funciona se empezará tratamiento farmacológico”, ha señalado el especialista.
No obstante,
para el grupo de riesgo (que tiene comorbilidades) y que pase el límite, se empezará tratamiento inmediatamente, ha dicho.
Las coincidencias
Según ha detallado Arbaiza, las dos guías “
recomiendan individualizar al paciente, no solo guiarse por un número”.
Por otro lado, los dos documentos “hablan de la
terapia combinada. Se ha demostrado que es mejor empezar (tratamiento para hipertensión) con ese tipo de fármacos para que exista mayor eficacia y adherencia al tratamiento”.
El especialista ha recordado que la hipertensión arterial en el Ecuador
es la enfermedad crónica peor controlada.
“Se estima que
solo el 6 por ciento de los pacientes hipertensos están bien controlados. Eso se debe a que una mayoría reciben una dosis baja de medicamento y creen que ya está resuelto el problema. Toman fármaco pero no están controlados. Esos pacientes a largo plazo tienen mala expectativa, al igual que los que no están tomando tratamiento”, ha explicado.
De allí que, ha enfatizado en que las nuevas guías
incluyen ahora “una meta, es decir que con un tratamiento, el paciente debe alcanzar una
cifra individualizada de presión” y eso se ayuda además con fármacos combinados.
Durante la discusión en la Jornada Médica, los especialistas han coincidido en recomendar a la autoridad sanitaria buscar y dispensar
genéricos combinados. “Con ese tipo de fármacos hay más adherencia al tratamiento” y se mejorará el control, ha insistido Arbaiza.
Por otro lado, el cardiólogo ha recomendado a la
Atención Primaria utilizar estas nuevas guías y después de un diagnóstico realizar un control al mes y enseñar a los pacientes a realizar el
autocontrol (tomarse la presión sentado, en el brazo izquierdo y de preferencia con equipo automático)
. “Eso ayuda muchísimo al médico para manejar mejor la hipertensión”, ha finalizado.