SE NECESITA MÁS ATENCIÓN
Nuevo estudio advierte sobre los síntomas y riesgos de la COVID-19 de larga duración en los ecuatorianos
El autor insta a prepararse para atender a los pacientes con síntomas post-COVID-19
Fabricio González-Andrade, investigador de la UCE.
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Jonathan Veletanga. Quito
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista científica The Lancet Regional Health-Americas, advierte sobre los
síntomas post-COVID-19 que están presentando los ecuatorianos, por lo que insta al Sistema de Salud a prepararse para atender a estos pacientes, que representarían un número significativo a nivel nacional.
El investigador ecuatoriano
Fabricio González-Andrade, de la Universidad Central del Ecuador (UCE), es el autor principal del estudio. En conversación con EDICIÓN MÉDICA ha manifestado que es importante empezar a preocuparse por un tema que no se está tomando en consideración, es decir, al menos “
el 20 por ciento de las personas que tuvieron COVID-19” tienen síndrome post-COVID y síntomas residuales (COVID-19 de larga duración).
“En Ecuador nadie está tomando atención al tema… De manera que es el momento de decirle a la autoridad sanitaria que
se preocupe también por los otros”, ha insistido.
Se trata de un estudio observacional, donde se entrevistaron a
1.366 pacientes ambulatorios que presentaron infección por SARS-CoV2 confirmada a través de una prueba PCR, de edades entre 12 y 85 años (35 años edad promedio). Ellos pasaron su periodo agudo y se encontraban en sus hogares, sin embargo, reportaron diferentes grados de infección: leve, moderada y grave.
Se analizaron los 34 signos y síntomas post-COVID más frecuentes, descritos recientemente en la literatura científica mundial. De esta manera se encontró que los 1.366 pacientes presentaron por lo menos un síntoma posterior a la enfermedad.
El 64.3 por ciento presentó síntomas entre 4 y 6 semanas después de la infección,
el 22 por ciento presentó síntomas continuos entre 6 y 12 semanas, un 15 por ciento reportó presentar síntomas durante más de 12 semanas (más de tres meses). Esto quiere decir que los pacientes pueden tener síntomas hasta por 12 semanas o más, ha detallado González.
Tomando en cuenta los datos disponibles hasta el momento de la pandemia, 519.482 pacientes confirmados con PCR que tuvieron COVID-19, de los cuales 32.989 han fallecido (según cifras oficiales), “si solo consideramos el 20 por ciento del estudio, significaría que habría
al menos 100 mil personas que podrían tener estas complicaciones a largo plazo”, ha sostenido.
Pero, esta no es la única situación preocupante. El problema es que a estos pacientes no se les brinda el seguimiento médico oportuno en el Sistema Público de Salud. “
Una vez que los pacientes van a casa, nadie se preocupa por ellos. Por esta razón, requerimos que los hospitales empiecen a pensar en clínicas de tratamiento o servicios clínicos de recuperación de COVID”, ha enfatizado.
Según el investigador,
deberían crearse servicios específicos, a nivel hospitalario o en primer nivel de atención, que se encarguen de dar seguimiento y cuidar a los pacientes recuperados, de todas las edades, hombres y mujeres, y en particular si estuvieron en una situación crítica. Asimismo, se debería capacitar a los médicos, crear una guía de práctica clínica sobre COVID de larga duración, y establecer una estrategia de atención para estos pacientes.
“
La pandemia continúa y es importante que los hospitales se preocupen por estos pacientes”, ha expresado González.
Los síntomas más frecuentes
El COVID-19 de larga duración tiene
hasta 50 síntomas diferentes (en algunos casos hasta crónicos), que incluso pueden generar ansiedad y depresión. De manera que es “un tema que hay que vigilarlo en el país”, ha explicado González.
En el estudio se ha encontrado que los síntomas post-COVID-19 más frecuentes son:
fatiga permanente en un 67.3 por ciento de los pacientes, dolor de cabeza en el 45.2 por ciento, dolor corporal en el 42.3 por ciento y trastornos del sueño en el 36.5 por ciento (insomnio, apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas).
Estas condiciones
afectan e impactan negativamente en el desarrollo normal de las actividades diarias. Por ejemplo, muchos pacientes antes de la COVID-19 ya eran sedentarios, y con estos síntomas vuelven a esa vida sedentaria, lo cual complica sus problemas, ha lamentado el galeno.
En el estudio también se ha encontrado, entre otros hallazgos, que las actividades de la vida diaria de los pacientes mostraron un grado medio de impacto del 6.8 por ciento después de la infección (en promedio). Además que la vida sedentaria, (caminar menos de 30 minutos al día) fue el factor de riesgo más crítico en un 40.3 por ciento de los pacientes y que
al menos el 30 por ciento de los pacientes no se sintieron recuperados de la infección por COVID-19.
González ha considerado que estos hallazgos “nos obliga a replantear la atención en salud en este aspecto”, ya que
más del 20 por ciento de los infectados podrían desarrollar en un futuro próximo COVID-19 de larga duración. Por lo tanto, “no debemos bajar la guardia ante la enfermedad a pesar de la inmunización que se viene llevando a cabo”.
El investigador ha recomendado a los pacientes
acudir al médico de atención primaria frente a cualquier síntoma que presente después de la infección por SARS-COV-2, con el fin de establecer si es un síntoma prolongado real relacionado con la COVID-19.
Síntomas post-COVID-19 más frecuentes en pacientes ecuatorianos. Fuente Fabricio González.
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